Leyendo el artículo proveniente de la prensa de India, que a su vez recoge un texto del británico The Mirror, resulta que Dugin hace un llamamiento al derrocamiento de Putin, y habla de asesinato si fuera preciso, de Vladímir Putin.
Ya he explicado varias veces que Dugin quiere fuera a Putin desde hace años, y lo ha dicho públicamente, contando de una manera evidente con el apoyo de aquellos que han venido apoyando de todas las maneras a Dugin.
De hecho, tras el asesinato de su hija Darya Dugina como os anticipaba no tardó nada en pedir una mayor contundencia con Ucrania para someterla de una vez. La caída de Kherson pone de manifiesto la necesidad de un contraataque que recupere Kherson y que se proyecte sobre Odessa, como sea. Creo que Rusia está tratando de buscar la manera de conseguir llevar a cabo este contraataque, pero como explicaba ayer, esto convierte cada vez más la guerra en Ucrania en una guerra de Oriente Medio más, y un escenario más del Extremo Oriente, sin descuidar la zona del sureste de Asia, y con proyección hacia Balcanes y Norte de África, sin descuidar el reordenamiento de Asia Central, acelerando una tendencia que ya estaba presente desde hace años, y con una Turquía que alarga su sombra destruyendo la ventaja de Rusia en el Mar Negro y el Cáucaso Sur, y en esto Rusia tampoco puede dejarlo pasar, con sus implicaciones de nuevo en Oriente Medio y en el Norte de África. Tal y como anticipé varias veces antes del inicio del conflicto, como recogí en este artículo reciente con sus respectivas referencias, por ejemplo, a enero de 2022, además de recoger otros aspectos sobre la competencia Turquía/Rusia y el pilar de la industria armamentística rusa y sus daños con las posibles consecuencias.
Así que sí, Rusia no podía perder en Ucrania como os he explicado y probado varias veces, y eso es algo muy complejo de solventar, más aún con el resultado que está arrojando la guerra en varios frentes, y que debe responder y tratar de reequilibrar de nuevo o matizar por lo menos.
Evidentemente, esta guerra es también, entre otras cosas, un conflicto en la fase de transición de poder en la cúpula y los equilibrios de poder con los diferentes elementos que se hallan dentro de la esfera rusa y la forma de compensar las deficiencias en una fase de reorganización del mundo y en plena transición de hegemonía con la gran disputa por la misma.
De modo que la noticia no es para nada sorprendente y tampoco es que sea rigurosa, pues Dugin tiene la posición que tiene pero no es la gran referencia de Putin, y más cuando hace años que pide su cabeza, primero políticamente, ahora también físicamente, e insisto en que hay que mirar a los grupos de poder que sostienen a Dugin y dónde hallan quórum sus ideas. Por ejemplo, lo he explicado, aquí.
Un repaso a este comentario muy breve sobre Ucrania y otros aspectos también conviene que se repase.