Buenos días,
Nos informa el Financial Times que el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, visitará Australia la próxima semana para discutir con su homólogo Scott Morrison la seguridad del Indo-Pacífico, y se espera que ambos mandatarios firmen un tratado de defensa a medida que crece la tensión con China.
Durante el viaje se espera que el señor Kishida y su homólogo australiano, el señor Scott Morrison, pasen a rubricar y con ello cierren formalmente el Acuerdo de Acceso Recíproco, un tratado de defensa histórico que ambos países acordaron en principio en noviembre de 2020.
El Financial Times en su artículo cita a un funcionario del gobierno japonés, el cual confirmó que la seguridad regional, incluidas las cuestiones de defensa, sería un tema prioritario en las conversaciones entre ambos líderes. Otras fuentes también añaden que la parte japonesa también trató de traer una delegación comercial "limitada" para discutir más inversiones en Australia y la seguridad de la cadena de suministro.
El ascenso de Fumio Kishida
Tras la inesperada retirada de Yoshihide Suga de la carrera por el liderazgo del Partido Liberal Democrático (PLD), cuatro candidatos compitieron en las primarias del 29 de septiembre de 2021. Fumio Kishida, exministro de Relaciones Exteriores de Abe de 2012 a 2017, salió triunfante, y lo hizo sorprendentemente, pues Kishida logró arrebatarle la mayoría de los votos en la votación al gran favorito Tarō Kōno (257 para Fumio Kishida contra sólo 170 de Tarō Kōno).
Kishida es el líder de Kōchikai, una de las facciones más establecidas y menos polarizadas del partido. Es una figura más integrada en el establishment político del partido, a diferencia del candidato dado como favorito, Tarō Kōno. Lo que determinó la desventaja de Kōno fue probablemente su reputación de inconformista y disidente. Aunque disfruta del tibio apoyo de la facción liderada por Tarō Asō, que se desempeña como vicepresidente del Partido Liberal Democrático desde 2021 y anteriormente lo hizo como Primer Ministro de Japón de 2008 a 2009 y como Viceprimer Ministro de Japón y Ministro de Finanzas de 2012 a 2021. No obstante, Tarō Kōno aparece, de hecho, como un personaje independiente que a menudo actúa sin consultar primero a las facciones del PLD.
Tarō Kōno también mantiene una postura más liberal que los estándares conservadores del partido. La victoria de Fumio Kishida en la dirección del PLD confirma, por consiguiente, la preferencia de la élite parlamentaria de Tokio por la llamada “elección segura”, una elección segura que, por tanto, satisfará a todos. En la práctica, la prioridad ha pasado a la dinámica interna del partido, más que a las consideraciones sobre la popularidad de los contendientes en la opinión pública.
Tarō Kōno, de hecho, gozó de un mayor apoyo popular que Fumio Kishida. Aunque el PLD bajo Fumio Kishida enfrentó las recientes elecciones generales los partidos de oposición siguen fragmentados y no tuvieron candidatos que pudieran desafiar el predominio del PLD. Por tanto, este contexto explica por qué el PLD no sintió la necesidad de cambiar, a pesar de la impopularidad del actual gobierno entre el electorado.
En el campo de la política exterior Fumio Kishida representa también una continuidad con la línea anterior (en realidad todos los candidatos habían mantenido posiciones casi similares). Kishida se ha pronunciado rotundamente a favor de la visión de un "Indo-Pacífico libre y abierto" anunciada por el ex primer ministro Abe en 2016. Es un audaz partidario de una mayor cooperación con Estados Unidos, al que Japón está vinculado a través de una estrecha alianza militar jugando un papel clave de contención geoestratégica, a lo que suma otros socios democráticos en Asia y más allá, como el Reino Unido, la propia Australia o la Unión Europea. Sobre este asunto recomendamos encarecidamente la lectura de este Trazo de Kalamos, pues resulta fundamental para complementar lo expuesto en el presente comentario.
Otro aspecto a subrayar es el que trata el WSJ, es decir, la dicotomía aparente que subyace en quien pide dotarse de misiles capaces de impactar en Beijing en caso de un ataque chino, pero también lo considera necesario para proteger los lazos económicos con la República Popular de China. Además de haber centrado su elección en un programa de estímulo económico.
El nuevo líder del PLD es también el promotor de una línea fuerte hacia China. Ya en 2013, Fumio Kishida había llamado a China el principal "peligro" para el país, luego inmediatamente se retractó de sus declaraciones y redefinió a Beijing como una "preocupación" en lugar de un "peligro". Durante la campaña electoral, Fumio Kishida nuevamente expresó su alarma por el comportamiento asertivo de la República Popular de China, aunque apoyando la importancia de mantener el diálogo con Beijing. Destacó la necesidad de fortalecer las capacidades defensivas del país, especialmente las marítimas, precisamente para hacer frente a las incursiones chinas en aguas territoriales japonesas en el Mar de China Oriental. En este sentido, Kishida apoya la necesidad de cambiar las leyes que rigen la respuesta de la guardia costera japonesa y su colaboración con las autodefensas.
Kishida también enfatizó la importancia de reabrir el debate sobre la capacidad de atacar de manera preventiva las bases de misiles enemigas, una postura defensiva por la que se inclina. Luego se pronunció a favor de colaborar con Taiwán, en caso de una situación de emergencia en el estrecho, y en apoyo de la protección de los derechos humanos y las libertades democráticas, diciendo que, una vez fuese proclamado electo, promovería el monitoreo de las actividades de Beijing contra la minoría étnica de los uigures. Finalmente, con respecto a la enmienda del artículo 9, las declaraciones de Kishida sugieren el ambicioso objetivo de enmendar la constitución durante su mandato.
La elección de Kishida permite resaltar dos puntos:
A/ La concentración del candidato en el estímulo económico es el espejo de una comunidad anciana, encerrada en sí misma, asustada por el avance del virus.El hecho de que Kishida fuera preferido a Tarō Kōno más "dinámico" nos informa de la preferencia de Japón por un líder que es consciente de lo que se debe hacer (como la propuesta de misiles) pero que no se expone demasiado, que no hace el resurgimiento como foco de poder demasiado obvio de Tokio.
B/ La anunciada necesidad de no dañar el comercio con China habla de una mentalidad económica todavía generalizada: el país es capaz de apuntar a los inversores de acuerdo con los intereses de seguridad y lo está haciendo también en India, Taiwán o el sudeste asiático, sin embargo, no asimila la situación con riesgos económicos asociados con la competencia con Beijing.
Más allá de esto, la agenda de Kishida estará dominada para llevar a cabo tareas ya establecidas:
1/ Rearmar Japón;
2/ Evitar un asalto chino a Taiwán;
3/ Coordinar una estrategia militar con Estados Unidos ante todo, con el apoyo de Reino Unido y Australia, que buscan acercarse al tipo de cooperación militar que tienen Washington y Tokio;
4/ Contener la expansión económica y tecnológica de China;
5/ Continuar con volver a extender la influencia japonesa en Indo-Pacífico.
Todo esto posiblemente sin que la opinión pública se fije demasiado. O al menos explicando la necesidad de tal retorno a la geopolítica.
Desde el 6 de diciembre parece ser que se ha cristalizado una tensión latente entre Abe y Kishida, pues el ex primer ministro lanzó un primer posicionamiento como líder de la facción más grande del Partido Liberal Democrático, el Seiwa Seisaku Kenkyukai de 95 miembros. Las tensiones entre Abe y Kishida parecen ir en aumento a medida que Abe busca fortalecer su facción e influencia entre bastidores. Según los informes, la tensión aumentó en noviembre después de que Kishida rechazara la preferencia de Abe por el poderoso puesto de secretario general del PLD y nombrara a un miembro de la facción de Kishida y rival de Abe, Yoshimasa Hayashi, como ministro de Relaciones Exteriores.
En una aparición televisiva dominical en BS TV Tokio , Abe advirtió que si la política característica de Kishida de promover un "nuevo capitalismo", que incluye objetivos de crecimiento salarial y distribución de la riqueza, se percibía como socialismo, entonces el mercado de valores reaccionaría negativamente.
Abe asumió el cargo después de que el líder anterior de la facción, Hiroyuki Hosoda, renunciara para convertirse en presidente de la Cámara Baja tras las elecciones generales del 31 de octubre. En sus comentarios introductorios, Abe no prometió nada más que el pleno apoyo de su facción al primer ministro Fumio Kishida, quien estuvo presente y encabeza su propia facción de 43 miembros.
Pero la rivalidad política y personal entre los dos hombres es más profunda que las diferencias políticas, dicen los expertos citados por el Japan Times:
“Abe y Kishida fueron elegidos para el parlamento en 1993. Pero la familia de Abe, que incluye a los ex primeros ministros Nobusuke Kishi y Eisaku Sato, parece más poderosa que la familia de Kishida, lo que significa que, en términos de su vida política diaria, Abe era más poderoso que Kishida ”, dice Masato Kamikubo, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Ritsumeikan. "Su relación, según tengo entendido, es una de intimidación y acoso".
Para más información al respecto, y el posicionamiento de sus respectivos apoyos y "feudos", aconsejo leer el artículo del Japan Times.
Ciertos aspectos "diferentes"
La visita a Australia será la primera cumbre de Kishida en el extranjero desde que se convirtió en primer ministro en octubre. Asistió a la cumbre de la COP26 en el Reino Unido el mismo mes y originalmente había planeado mantener una larga tradición de líderes japoneses al convertir al presidente de Estados Unidos en el primer líder extranjero que visitaría formalmente. La esperada firma del RAA se produce en un contexto de intensas tensiones militares y diplomáticas en la región de Asia y el Pacífico, ya que Tokio, Canberra y otros gobiernos responden a una China más asertiva y a lo que muchos analistas de defensa ven como el creciente riesgo de conflicto sobre el país alrededor del Estrecho de Taiwán. "Australia, como Japón, es miembro del Quad [junto con Estados Unidos e India] y tiene disputas comerciales con China", dijo el funcionario del gobierno japonés, explicando la importancia de que Kishida eligiera Australia como su primera visita al extranjero para una cumbre.
El RAA, que está concebido para facilitar una mayor cooperación entre las fuerzas de autodefensa japonesas y la fuerza de defensa australiana, permite el despliegue de fuerzas "más rápidamente y con menos administración" según los parámetros ya empezados a negociar en 2018 por Abe y Turnbull, según el anuncio del gobierno australiano en noviembre de 2020. Australia será el segundo país después de Estados Unidos en llegar a un acuerdo de este tipo con Japón, y en pos de ello se mueve el Reino Unido también. El acuerdo seguirá una decisión de Canberra de establecer una alianza de defensa de gran alcance con Estados Unidos y el Reino Unido en septiembre, también diseñada para contrarrestar las ambiciones de China en la región.
No obstante, hay que señalar que esta misma semana, funcionarios japoneses informaron que los ministros de defensa japonés y chino acordaron, en una llamada telefónica de dos horas, establecer una línea directa militar para ayudar a desactivar las posibles crisis de comunicaciones que surjan en las aguas y los cielos entre los países y con ello desactivar posibles crisis en las islas en disputa y el Estrecho de Taiwán.
El Ministerio de Defensa japonés dijo que los gobiernos acordaron establecer el enlace para fines de 2022 durante una llamada telefónica de dos horas el lunes entre Nobuo Kishi, ministro de Defensa, y su homólogo chino Wei Fenghe. Los ministros acordaron en el "establecimiento oportuno" de una línea directa entre los dos ejércitos, dijo el ministerio de defensa japonés, con el fin de mejorar la efectividad del mecanismo de comunicación marítima y aérea, un sistema establecido en 2018 para evitar enfrentamientos no deseados. Debemos señalar que la actividad en rápida expansión del ejército chino, los guardacostas y los barcos de la milicia marítima (barcos de pesca que trabajan con el ejército) alrededor de las islas Senkaku aumenta el riesgo de un accidente o un conflicto abierto entre Japón y China.
Kishi ha intensificado el enfoque de Japón en los riesgos potenciales en torno a Taiwán durante su mandato, y en declaraciones al Financial Times este año afirmó que una amplia presión internacional era crucial para evitar que el futuro de Taipei se decidiera por una confrontación militar. Un reciente libro blanco de defensa pedía que la seguridad de Taiwán se viera con una mayor "sensación de crisis". Kishi expresó "serias preocupaciones" sobre cualquier intento de China de cambiar el statu quo a través de la coerción, en declaraciones del Ministerio de Defensa de Japón, y agregó que le dijo a Wei que la paz a través del Estrecho de Taiwán era fundamental para la seguridad de Japón y para la estabilidad de la comunidad internacional.
China tiene una línea directa militar para crisis con Estados Unidos, aunque Washington se quejó este año de que las llamadas a menudo no fueron respondidas, y el asunto de establecer una línea directa militar entre China y Japón se ha estado discutiendo durante más de una década. Las partes acordaron en 2007 establecer una, pero no finalizaron los detalles.
Una fuente citada por el Financial Times acerca de las conversaciones entre Kishi y Wei declara que una llamada telefónica entre el presidente de China, Xi Jinping y Fumio Kishida, poco después de que el primer ministro japonés asumiera el cargo en octubre, marcó un deshielo de corta duración en las relaciones. Xi dijo que los rivales deberían mantener relaciones "amistosas y cooperativas" antes del 50 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas el próximo año en 1972.
No obstante, las incursiones chinas regulares alrededor de las islas Senkaku, conocidas en China como Diaoyu y reclamadas por Beijing, han continuado. El gobierno chino estaba enojado por las críticas de Kishida a las incursiones y las políticas de Beijing en Hong Kong y Xinjiang en una cumbre regional a fines de octubre.
China, Japón y Estados Unidos
Vamos a ampliar algo más el último Trazo de Kalamos sobre este particular.
China representa el 24% del comercio exterior de Japón y Estados Unidos el 15% en 2020, como podemos comprobar aquí. Y, como apuntábamos en la referencia al anterior Trazo de Kalamos, el papel de los semiconductores es clave.
Si repasamos el texto de la última estrategia nacional publicada por bajo la administración de Joe Biden hallaremos una auditoría de la cadena de valor de semiconductores, que se refuerza en el tratado informativo publicado en junio de 2021 por la Casa Blanca “Building Resilient Supply Chains, Revitalizing American Manufacturing, and Fostering Broad-Based Growth”.
Todo ello es de hecho un punto de inflexión geopolítico para que Estados Unidos redefina el lugar del país en este panorama y los libere a ellos y a sus socios de una interdependencia económica con China exacerbada por la crisis de la Covid-19. En este contexto en que nos situamos, los efectos de tal punto de inflexión serán más importantes y abren escenarios sin lugar a dudas interesantes y variados, porque la competencia frontal chino-estadounidense se intensifica con el marcador fundamental de ver acelerarse la situación del desacoplamiento, como muestra la publicación del comité bipartidista de junio del Senado de Estados Unidos sobre la Ley de Innovación y Competencia de los Estados Unidos de 2021, que asigna un presupuesto de 250 mil millones de dólares a los sectores de las ciencias tecnológicas.
Pongamos unos datos en el análisis. Como sabemos, China representa un gran mercado para aprovechar el potencial de crecimiento de 1.400 millones de consumidores para las más 30.000 empresas japonesas presentes en China, como nos recuerda Ezra F. Vogel en su libro "China and Japan: Facing History", en su página 405. Los superávits del comercio exterior de Japón y la rentabilidad de sus grandes grupos no pueden dejarse tampoco fuera de la lógica comercial y ejercen una fuerte presión sobre el conjunto de la situación, sin olvidar la gran ventaja con la que cuenta el Extremo Oriente para encarar la Revolución Industrial 4.0 en cuanto se hallen los medios financieros para producir una gran expansión, demorada ya en extremo en un mundo que necesita crecer como nunca, con lo que un nuevo pacto a lo "Bretton Woods" original se hace imperioso.
Japón ha seguido los pasos de Estados Unidos al adoptar una línea dura con China, y los riesgos de una escalada de disputas comerciales tendrían graves consecuencias para una economía japonesa que depende en gran medida de China, además está la cuestión del gran dominio en los semiconductores de Taiwán, y a pesar de que China ha lanzado un plan de 1 billón de dólares para dotarse de medios y competir con Taiwán, no es menos cierto que operando desde Taipéi, Beijing establecería un lazo profundo... y no olvidemos tampoco el renminbi digital o e-CNY, que podría servir de base para una divisa digital japonesa, otra taiwanesa y otra coreana y establecer de forma conjunta una divisa de comercio e inversión común para la región que impulsaría a todos los jugadores regionales y las relaciones entre ellos y con ellos por parte de terceros.
Resulta evidente que la comunidad empresarial de Japón es muy consciente de esto, y China aún más, ¿por qué lo afirmo? El hecho de que no duda en practicar una política de coerción y embargo comercial con sus socios comerciales apunta en la dirección del palo... pero aún no habríamos visto la verdadera zanahoria que quiere ofrecer China, y que creo que va en la dirección que apunto en este texto.
Hasta aquí el comentario de hoy, continuaremos mediante una serie de textos y documentos que van a profundizar sobre diferentes elementos de la región desde todo punto de vista por parte del Instituto Symposium.
En nombre de todos los que hacemos el Instituto Symposium, este centro de pensamiento naciente, queremos agradecerles la confianza, la recepción y el apoyo mostrado para con nosotros. Estamos comprometidos con un trabajo riguroso y nuestra ambición y ganas de mejorar y conseguir los mejores análisis y documentos de estudio y profundización no hacen sino aumentar con su apoyo.
Desearles un feliz año nuevo y que nos acompañen en este nuevo año que viene cargado, muy cargado, de novedades, documentos y culminación de diferentes proyectos que se están acabando de pulir estos días.
Por tal motivo, la sección "El Trazo de Kalamos" se retomará el lunes día 10 de enero de 2022. Eso no significa que el Instituto Symposium no tenga actividad y no se vaya a publicar: al contrario. Durante estos días haremos públicos documentos y dossieres mientras preparamos las primeras novedades para este 2022.
Les dejo con esta reproducción que representa al dios Jano o Janus, del que proviene nuestro mes de Enero (Ianuarius).
Jano es el dios de los comienzos, las puertas, las transiciones, el tiempo, la dualidad, las puertas, pasajes, marcos y finales. De ahí que tenga dos rostros, uno apuntando hacia el pasado, más envejecido, y otro apuntando hacia el devenir, más joven. De modo que buen fin de semana y fin de año, y lo mejor para el devenir del año nuevo.