Nos informa EUROACTIV que Serbia, a través de su presidente, Aleksandar Vučić, y tras una llamada telefónica que tuvo lugar el pasado domingo 29 de mayo de 2022 con el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin han alcanzado un acuerdo anunciado como favorable en lo concerniente a la adquisición de gas natural ruso. Sin embargo, los detalles de dicho acuerdo se revelarán próximamente.
Eso sí, adelantó el presidente Vučić a la prensa que, tras la llamada a Moscú, Serbia continuará recibiendo gas ruso de acuerdo con la fórmula favorable actual, calculada en base a los precios del petróleo en el mercado mundial.
Esto significa que Rusia ejerce su guerra geoeconómica (y propagandística) usando a los hidrocarburos, pues esto convierte, de ser así, a Serbia en el país que cuente con el mejor precio de gas en Europa, añadiendo el presidente Vučić que hubo entre ambos mandatarios una “muy buena conversación sobre varios temas, el más importante de los cuales fueron nuestras relaciones bilaterales y el acuerdo del gas (...) Estaremos firmando un contrato de tres años, y mañana o pasado mañana, discutiremos la cantidad de gas. Serbia necesita grandes cantidades de gas, pero, si se me permite decirlo, tendremos un invierno seguro, mientras que el costo del gas depende de futuras conversaciones”.
El precio que Serbia pagaría a Gazprom de Rusia por el gas natural es ahora un tercio del precio que pagan otros países europeos, dijo el presidente de Serbia. El precio podría caer a una décima o una doceava parte durante el período de invierno, y se espera que los precios oscilen entre 340 y 350 dólares por 1.000 metros cúbicos, añadió.
Vučić también dijo que el precio acordado se aplica a 2.200 millones de metros cúbicos de gas natural por año y que Serbia necesita otros 800 millones de metros cúbicos. Serbia está negociando un nuevo acuerdo de gas natural con Gazprom debido a que el acuerdo de seis meses firmado en noviembre de 2021 vence el día de hoy, 31 de mayo de 2022. El gas natural ruso le cuesta actualmente a Serbia 270 dólares por 1.000 metros cúbicos.
Gazprom es el accionista mayoritario del antiguo gigante petrolero local Naftna Industrija Srbije (NIS), ya sea directamente o a través de empresas subsidiarias. También es el único proveedor de gas natural en Serbia y el propietario mayoritario de ambos gasoductos que entregan gas ruso a Serbia.
El Kremlin confirmó que Putin y Vučić habían acordado que Rusia continuara suministrando gas natural a Serbia. Putin y Vučić intercambiaron opiniones sobre una serie de temas, incluida la situación en Ucrania y los acontecimientos relacionados con Kosovo. Los dos también "reafirmaron la disposición mutua" de fortalecer constantemente la asociación estratégica de sus países sobre la base de los lazos tradicionalmente estrechos entre las dos naciones, dijo el Kremlin en un comunicado de prensa.
Adicionalmente, a finales de marzo, Janaf, el operador estatal croata de los oleoductos del Adriático, anunció que suspendería las entregas de crudo a NIS, que recordemos que pasó a estar bajo el control de la rusa Gazprom Neft en 2008, si la guerra no acababa antes del 15 de mayo, o bien se producía la compra de una participación mayoritaria por parte del Estado serbio a Gazprom Neft. El contrato entre Janaf y NIS prevé la entrega de unos 3,2 millones de toneladas de combustible, como parte del cuarto paquete de sanciones impuestas a Rusia y aprobadas por el Consejo de la Unión Europea. Estas sanciones prohíben las transacciones con determinadas empresas bajo control ruso, incluida la gasolina de NIS.
La refinería de Pančevo, que cubre aproximadamente el 70% de las necesidades de productos petrolíferos de Serbia, no podría funcionar sin la aportación de Janaf, que suministra 3,2 millones de toneladas al año. La producción anual de Serbia, de 800.000 toneladas, más las 56.000 toneladas suministradas por Rumanía, no serán suficientes para cubrir las necesidades del país. Otras empresas podrían verse afectadas por estas sanciones, como Petrohemija, especializada en productos petroquímicos.
Serbia importa el 81% de su gas y el 18% de su petróleo y derivados del petróleo de Rusia.
Según los expertos, el consumo anual de gas natural de Serbia es de alrededor de tres mil millones de metros cúbicos, de los cuales el 49% se destina a plantas de calefacción y plantas de calefacción y energía, mientras que el 26% es consumido por la industria.
Mientras tanto, los hogares en Serbia consumen alrededor del 13% de la cantidad total de gas, mientras que los centros comerciales y otros negocios consumen alrededor del 10%. En contraste, los sectores agrícola y de transporte consumen solo el 2%.
Para Rusia, el reto es " sanear " a uno de los últimos países de Europa que no reniega de su amistad con el régimen de Vladimir Putin.
El uso del Soft Power ruso a través de Gazprom en Serbia también resulta muy interesante. A través de su red de filiales, por ejemplo mediante Gazprom Neft, el gigante del gas ruso, que ha estado presente también en la máxima competición europea de fútbol de clubes por ejemplo, lleva años patrocinando clubes deportivos, como el club de fútbol Estrella Roja de Belgrado (desde 2010) y el club de baloncesto Partizan, y financia festivales y otros eventos e instituciones culturales. Es decir, que conectan con el público serbio mediante el deporte y los elementos culturales.
Cuatro días más tarde del inicio de la invasión rusa de Ucrania, la Federación Europea de Fútbol (UEFA) decidió poner fin a su asociación (que se remonta al año 2012) con Gazprom para todas las competiciones. El mismo día, el club alemán Schalke 04, que jugará de nuevo la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol alemán, también puso fin a su cooperación con el gigante ruso del gas, retirando su logotipo de las camisetas de los jugadores y de todas las vallas de Gazprom del estadio del club.
Podemos trazar una línea, que es lo que pretendo que vean, entre Soft Power, energía y patrocinio deportivo, pues Gazprom Neft sigue siendo el principal patrocinador del Estrella Roja de Belgrado, cuyo acuerdo de patrocinio se extiende hasta mediados de 2022.
Naftna Industrija Srbije (NIS), en la que, como ya he explicado más arriba, Gazprom Neft tiene una participación mayoritaria desde 2013, es el principal patrocinador del club de baloncesto de Belgrado Partizan. Tanto en el caso del Estrella Roja como del Partizan ambos clubes emblemáticos serbios habrían escapado a la quiebra precisamente gracias a una inyección financiera de Gazprom Neft, directa o indirectamente. La última renovación de NIS, como filial controlada por Gazprom Neft, data de noviembre de 2021.
Adicionalmente de los patrocinios, los clubes deportivos de Serbia también reciben financiación estatal, y a pesar de que hace años ya que se viene hablando de su privatización, ésta aún no se ha llevado a cabo.
De acuerdo con la propia NIS Gazprom Neft, además de los clubes deportivos, la empresa ha prestado apoyo financiero al Festival de la Ciencia, al Centro Científico de Petnica, al teatro de Belgrado Atelje 212, además de otras instituciones culturales. Así, por ejemplo, durante 2020, NIS Gazprom Neft se constituyó en el principal patrocinador del Festival de Danza de Belgrado... y, desde luego, también ayudó a financiar laboratorios de lengua rusa en dos escuelas de Serbia. En junio de 2021 se renovó el de la escuela primaria-universitaria San Sava de Belgrado, y en noviembre de 2019 se inauguró un nuevo laboratorio en el instituto de formación profesional 4 de julio de Vrbas (Vojvodina). Ambos proyectos se llevaron a cabo en colaboración con la Embajada de Rusia en Belgrado.
NIS Gazprom Neft también viene apoyando desde hace tiempo el festival EXIT, que es el festival de música y cine de Kustendorf, el festival de cine FEST de Belgrado y el festival de bandas de música de Guča. NIS Gazprom Neft también está presente en el sitio web de "Novi Sad - Capital Europea de la Cultura".
En este sentido cabe destacar que el festival de Kustendorf, que inició su andadura en 2007 con el director serbio Emir Kusturica, del que sigue siendo su director. Kusturica, a lo largo de estos años y si observamos sus discursos públicos, se ha mostrado abiertamente partidario de Vladimir Putin y su Rusia, apoyando, por ejemplo, la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia en 2014. Durante dos años, 2017 y 2018, Kusturica estuvo y actuó en directo con su banda en Yalta. Desde hace años, el festival de Kustendorf también cuenta con el apoyo del Estado serbio.
Gazprom Neft también ha financiado la decoración del interior de la catedral de San Sava en Belgrado por un valor total de unos diez millones de euros. Para ello, se contrataron pintores rusos para pintar los frescos. El primer contrato de donación (cuatro millones de euros) fue firmado en 2017 por la dirección de Gazprom Neft, el entonces presidente serbio Tomislav Nikolić y el antiguo cabeza de la Iglesia Ortodoxa Serbia, el patriarca Ireneo. El segundo contrato (seis millones de euros) se firmó en 2019.
Alrededor de 35 millones de euros han sido invertidos en total desde 2009 por NIS Gazprom Neft dirigidos hacia diversos "proyectos socialmente responsables y de apoyo al deporte profesional" en Serbia.
El resultado de ello es que, desde hace años, la opinión pública serbia percibe a Rusia como un "amigo", mientras que la mayoría de la población se muestra hoy contraria a la integración europea, particularmente como consecuencia del cambio en el panorama mediático desde 2017, un fenómeno en el que los líderes serbios han desempeñado un papel. Es a partir de 2017 cuando se establece la relación no crítica hacia Rusia, en forma de celebración de las relaciones ruso-serbias, centradas en la ofensiva cultural sobre los pilares socioculturales serbios. A pesar de que los indicadores económicos reales demuestran que los principales socios comerciales de Serbia son los países de la Unión Europea, y no Rusia... ¿Les suena esa réplica a Margaret Thatcher? ¿No te puedes enamorar de un mercado? Pues efectivamente, no lo puedes hacer, para eso necesitas trazar unas políticas comunes mucho más agresivas, con una definición de un Soft Power más fuerte (cuando se tiene, y de sobras... la idea de una nueva Bauhaus europea de la Comisión de Ursula von der Leyen puede ser una buena idea, pero es preciso más... y es preciso hacerlo mejor... y para eso volvemos a la idea del federalismo y de una unión monetaria, fiscal y bancaria). Y en esto, también y como siempre, paradójicamente, el Reino Unido no deja de tener razón. El actual primer ministro emitió un documental en la BBC, y escribió el libro "The Dream Of Rome" (2006) en el que Boris Johnson analiza cómo el Imperio Romano logró la unidad política y cultural en Europa, y lo compara con lo que, según él, es el fracaso de la Unión Europea en hacer lo mismo. Pero claro, no te puedes enamorar de un mercado.
Gazprom Neft cuenta en estos momentos con el 56,15% de NIS, el Estado serbio el 29,87% y el resto (13,98%) está en manos de accionistas minoritarios. Desde 2014, NIS se halla sometida a sanciones de la UE y de Estados Unidos debido a la anexión de Crimea por parte de Rusia. Como consecuencia de tales sanciones, NIS ha tenido que arrostrar dificultades, ante todo relacionadas con la imposibilidad de obtener préstamos de los bancos occidentales, por lo que ha ampliado su cooperación a los bancos serbios, rusos y árabes.
La invasión rusa de Ucrania y el consecuente endurecimiento de las sanciones occidentales, que afectan a gran parte del sector energético ruso, han planteado a Serbia nuevos retos, dada su dependencia de Rusia. Así, se vendió el 6% de las acciones de NIS a Gazprom, tal y como afirmó el presidente serbio Aleksandar Vučić el 6 de mayo.
Pero estas acciones de Rusia en Serbia persiguen algo más, y tiene que ver con los intereses de Rusia en bloquear un tipo de desarrollo y potenciar otro que le favorezca a su establishment, entre otros aspectos. En Serbia, de acuerdo con los datos del Ministerio de Minas y Energía, se han construido desde 2014 ocho parques eólicos con una capacidad total de casi 400 megavatios. Se están construyendo dos más, con lo que la capacidad eólica total asciende a casi 600 megavatios, mientras que casi el 70% de la electricidad del país se genera con carbón.
De acuerdo con la Agencia de Registro Comercial de Serbia, la mayor parte del capital de estas empresas es extranjero, con inversiones procedentes de Italia, Eslovenia, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Israel y Bélgica. Pero es que Serbia podría producir 27 veces más electricidad a partir de la energía eólica que en la actualidad, ya que los emplazamientos de las regiones de Banat y Bačka (en el norte del país) tienen el mayor potencial para la energía eólica, pero también hay un potencial importante en el este de Serbia. Esto empieza a chocar también con el modelo de China para los Balcanes Occidentales en este campo. Por ejemplo, el grupo chino Norinco, se está convirtiendo en uno de los mayores inversores en la economía verde en Croacia; o en el caso de Bosnia y Herzegovina, que tras haber favorecido el carbón ha dirigido sus esfuerzos en otra dirección, con la gran influencia de China en este aspecto clave, que también comenzó a invertir en energía eólica en noviembre de 2021. Se ha anunciado un plan de inversión de 130 millones de euros para el parque eólico de Ivovik, entre Livno y Tomislav Grad, en el suroeste del país. Resulta imprescindible repasar el siguiente artículo sobre las posiciones de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China en los Balcanes Occidentales, con el ejemplo de Albania.
La antítesis de Serbia, país que en 2014 iniciaba las negociaciones para adherirse a la UE (comparen las fechas con las acciones rusas), la presenta un país miembro de la Unión Europea y la OTAN, como es Bulgaria. Así, hace apenas un mes, el 26 de abril de 2022, el gobierno de Bulgaria recibía una carta de Gazprom Export anunciando la suspensión de los suministros de gas a Bulgaria, tal y como anunció el Ministro de Energía, Alexander Nikolov.
Bulgaria ha pasado a sufrir un cambio en la consideración por parte de Moscú, de ser un país con históricas buenas relaciones, a ser declarado un "país hostil", ya que, de acuerdo con el Kremlin Sofía no había pagado la factura debida el 1 de abril, hecho que se debe a que Bulgaria se niega a pagar en rublos, como ha sucedido hace escasas horas con Países Bajos. Estamos ante un claro ejemplo de guerra geoeconómica, en ambos casos; y no es el único ejemplo de guerra geoeconómica de Rusia, pues lo mismo viene haciendo con consecuencias de diferente tipo sobre la seguridad alimentaria.
La palanca energética es una de las armas con capacidades que se han de tener en cuenta en manos de Moscú para intentar socavar la unidad del frente euroatlántico mostrado durante los tres primeros meses de la guerra en Ucrania. La exposición de las cancillerías occidentales a las fuentes de energía rusas varía con un alto grado de impacto, dependiendo de la ubicación geográfica y el grado de industrialización del país y sus planes de desarrollo.
Vladimir Putin señala a Europa que aquellos que muestren amistad (o hasta neutralidad) hacia Rusia pueden beneficiarse enormemente (o al menos limitar el daño). Esto también nos da una idea de cómo ve el Kremlin que está evolucionando la guerra en Ucrania. Pueden asumir las pérdidas sufridas; cuentan con capacidades para activar al pueblo ruso y alargar el esfuerzo de guerra; van ganando terreno paulatinamente en el Donbas; han conseguido algo muy importante desde el punto de vista estratégico, como expliqué en un documento en dos partes sobre el Mar de Azov, que pueden leer aquí y aquí; cuentan en aprovechar la guerra geoeconómica en los diferentes frentes, desde la seguridad alimentaria hasta la energía; y, cuentan con la llegada del invierno.
No obstante, Vučić ya ha dado signo de jugar a dos barajas, y sabe que su gobierno corre el creciente riesgo de quedar cada vez más atado a las políticas enérgicas y no siempre predecibles del Kremlin. El presidente serbio, que hasta el momento se ha mostrado muy cauteloso con respecto a los incidentes interétnicos en la vecina Bosnia-Herzegovina, y cuyo fin perseguido con tal violencia tiene como objetivo la minoría bosniaca y expresar su apoyo a la causa independentista de la República de Srpska, una entidad administrativa que ocupa el 49% del territorio de Bosnia-Herzegovina habitada principalmente por serbios. Vučić sabe que el precio que va a exigir Moscú políticamente es muy alto, porque Rusia necesita que Serbia apoye, aunque sea de muy mala gana, la causa independentista de la República de Srpska. ¿Por qué? La ampliación nórdica de la OTAN podría verse afectada, las bases militares reestructuradas en Rumanía pertenecientes a EE.UU./OTAN se verían atrapadas entre dos fuegos, con un teatro cada vez más activo y violento en la retaguardia con una capacidad de extenderse y causar la completa desestabilización de los Balcanes, además del escenario de vanguardia, con Moscú activando una eventual "Fase 3" que busque cerrar el aislamiento de Transnistria, con la integración en la "Nueva Rusia", y abrir más posibilidades de acción sobre otros lugares como puede ser, por ejemplo, Estonia... y llevar el conflicto a una apuesta aún más alta. Es uno de los mejores escenarios para Rusia, y muy buscado, porque se está preparando para usarse llegado el caso, y con estas acciones Moscú busca atrapar completamente, aunque sea a rastras, a Vučić; pero el presidente serbio sabe perfectamente que esto sería devastador para una Serbia en problemas económicos, y a los que habría que sumar los de identidad, diplomáticos y militares.
Una de las réplicas, que tiene mucho sentido a la vista de este documento y lo que hemos analizado aquí hasta el momento, al hecho de que Suecia y Finlandia se sumen a la OTAN fortaleciendo el frente euroatlántico del Báltico y aumentando la presión sobre Kaliningrado, compensando la ventaja rusa adquirida con la captura de Bielorrusia y sus acciones presentes y futuras en Ucrania, y además supone por parte de la Federación de Rusia que el prender la mecha del polvorín de los Balcanes Occidentales, afectando, entre otros, a los intereses de Alemania, y de la Unión Europea, que sumarían la presión que Rusia ya somete (y someterá más aún) a Alemania en cuantos frentes pueda... todo ello hace apuntar hacia este posible escenario. ¿Cuál sería entonces la prioridad de Washington y Bruselas en este escenario?
En ciertos aspectos, Croacia ya ha empezado a mostrar ciertas dudas, pero también el afán de conseguir también ciertos intereses, al igual que Turquía que también mira con preocupación creciente a Rusia pero desea fortalezas internas y externas, con respecto la entrada de los dos países escandinavos en la OTAN.