Buenos días,
Seguimos con el Hexágono, con Francia, y en este caso debemos hablar del tercer referéndum sobre la independencia o no de Nueva Caledonia, en la Melanesia.
Este proceso se inició en un contexto de descolonización que se arrancó en 1988 tras varios años de violencia entre los canacos, el primer pueblo, y los caldoches, de origen europeo. Estos enfrentamientos culminaron con la toma de rehenes y el asalto a la cueva de Ouvéa en mayo de 1988, que se saldó con 25 muertos, en un contexto de desórdenes marcado en el periodo de 1984 a 1988.
Tras el 96,49% a favor del no a la independencia en este tercer referéndum se halla una fuerte desmovilización, ya que tan sólo el 43,90% de los 184.367 inscritos se expresaron este pasado domingo, mientras que los referéndums de 2018 y 2020 dejaron participaciones del 81,01% y el 85,69% respectivamente, y que se saldaron con sendas victorias del no a la independencia. De hecho, esta caída en la participación se explica por el hecho de que los independentistas anunciaron que no acudirían a votar en este tercer y último referéndum.
En paralelo hay que señalar la siguiente noticia: Australia, Japón y Estados Unidos han anunciado el mismo domingo en que se hacía el referéndum en Nueva Caledonia que financiarán un cable submarino para mejorar el acceso a Internet en Nauru, Kiribati y Micronesia.
"Esto apoyará un mayor crecimiento económico, impulsará oportunidades de desarrollo y ayudará a mejorar los niveles de vida a medida que la región se recupera de los severos impactos del COVID-19", dijeron una declaración conjunta de Estados Unidos, Japón y Australia.
Los tres aliados no especificaron cuánto costará el proyecto.
El desarrollo del cable submarino es el último compromiso de financiación de los aliados occidentales en el sector de las telecomunicaciones del Pacífico.
A Estados Unidos y sus aliados del Indo-Pacífico les preocupa que los cables tendidos por la República Popular China puedan comprometer la seguridad regional. Beijing ha negado cualquier intento de utilizar cables comerciales de fibra óptica, que tienen una capacidad de datos mucho mayor que los satélites, para espiar.
Australia en 2017 gastó alrededor de 137 millones de dólares australianos (98,2 millones de dólares estadounidenses, 87.093.580 euros) para desarrollar un mejor acceso a Internet para las Islas Salomón y Papúa Nueva Guinea. Precisamente, estos agentes fueron tratados en un Trazo de Kalamos reciente de obligada lectura para comprender el juego entre los AUKUS, China y el Indo-Pacífico y Pacífico Sur con la Melanesia, Micronesia y la Polinesia, y su proyección con el Mar Meridional de China, el estrecho de Malaca y el choque entre China e Indonesia, también abordado en esta misma sección y también de imprescindible consulta, y con los mismos actores que aquí, incluido Japón.
El hilo conductor de ambas noticias es el intento de los distintos actores y sus aliados interpuestos, con sus respectivas geopolíticas de preservar sus esferas de influencia en el Pacífico Sur de las incursiones de otros, pero no sólo de China.
Francia ha precipitado la celebración del tercer referéndum en tres años, a pesar de la propagación de COVID-19 en Nueva Caledonia, para intentar afirmar que la cuestión de la independencia está cerrada. En absoluto, dado el riesgo, de momento sólo latente, del retorno de la violencia, que probablemente obligaría a los franceses a ceder más soberanía. Pero esa es la sensación que se desprende de las celebraciones del presidente Emmanuel Macron.
París quiere la certeza de la isla por dos razones:
1/ Es absolutamente clave su uso como base militar para aumentar la presencia francesa y europea en el Indo-Pacífico; y
2/ Evitar que caiga en la órbita de otra potencia, en un grado presente de riesgo pero menor, de China y más probablemente, Australia, para quien sería mucho más urgente asegurarse la lealtad de un nuevo estado independiente para seguir dominando el Mar del Coral. Precisamente para disipar estos temores, los separatistas no piden una ruptura limpia con la República, pero la concesión de una estación naval no sería, obviamente, automática. ¿Se entiende, como decíamos ayer, que Francia es enemiga de Estados Unidos y la Commonwealth 3.0 o AUKUS, y que se hace la guerra en todos los escenarios para evitar la homogeneización del espacio europeo, absolutamente clave y vital para el dominio del mundo por su presencia inmediata tricontinental, estar en el foco de la comunicación marítima, terrestre y aérea, etcétera?
En cuanto al cable, la situación resulta ser ligeramente diferente: para esos tres países, la potencia de referencia es Estados Unidos. Lo que llama la atención es la voluntad de Estados Unidos de subcontratar el suministro de infraestructuras sensibles y, para estas pequeñas comunidades, vinculantes, a dos potencias aliadas pero no necesariamente alineadas, especialmente el caso de Japón. Todo esto se hace bajo la supervisión de Washington y con sus fondos, por supuesto, pero la novedad es que los estadounidenses ya no son tan reacios a admitir que otros actores cultiven su propia influencia, con lo que el ascenso de Japón es algo evidente, y de ahí las relaciones que los británicos se prestan a intentar conseguir con los japoneses, en términos de paridad con los norteamericanos, y para que Japón desarrolle su propia geopolítica, en teoría sujeta a los AUKUS: no olvidemos que Taiwán es clave para Japón. Estamos en el proceso de "vasallos en la frontera" y de "mayordomos de palacio" típico de una transmisión de poder por su agotamiento, y que hay que leer en el contexto de la transición de hegemonía. Esto se debe a la determinación de negar a China la construcción de estos servicios y también a la necesidad estadounidense de no desviar demasiados recursos del frente interno.
Nueva Caledonia tiene varios elementos que suman además un interés especial: alberga enormes reservas de níquel, un metal pobre pero de enorme valor industrial. En el pasado, la inestabilidad política ha puesto en peligro su explotación, pero hoy el negocio está en manos franco-caledonias. El níquel utilizado de forma complementaria para la fabricación de estatuas de bronce y para colorear la pasta de vidrio de color verde, no vio una explotación creciente hasta la industrialización en el siglo XX, primero para acuñar monedas y, durante la Segunda Guerra Mundial para el blindaje. Su principal característica es su muy alta resistencia a la corrosión y oxidación, resistiendo muy bien cuando es atacado por soluciones salinas y alcalinas no oxidantes, además de por la mayoría de ácidos y compuestos orgánicos, razón por la que se usa en la desalación de agua marina y en la hidrogenación de aceites, proceso químico mediante el cual los aceites se transforman en grasas sólidas mediante añadir hidrógeno a altas presiones y temperaturas a lo que hay que sumar un catalizador.
El níquel se utiliza con mucha frecuencia para crear aleaciones con hierro, cobre o cobalto y se usa para la producción de acero inoxidable (sobre un 65%), y la fabricación de revestimientos superficiales (7,5%), entre otros. Varias industrias usan el acero inoxidable para la producción de bienes de consumo, así como la arquitectura, fines decorativos. Hay muy pocos depósitos de níquel, y se suelen presentar en forma de sulfuro de níquel y depósitos de laterita.
El caso del níquel presentado en forma de sulfuro de níquel se derivan de la actividad volcánica y se hallan mayoritariamente en estratos geológicos muy profundos, sería el caso, precisamente de su competidor en este sector, Australia, que avanzaría mucho en este sector y privaría a Europa y Francia de esta posición, ya que se halla en el distrito de Kambalda. Pero también hay que destacar a Rusia con el yacimiento de Noril'sk-Talnakh, China, África del Sur (Bushveld), Finlandia, Estados Unidos (Stillwater, Montana) y Canadá (en la cuenca del Sudbury en Ontario).
Si hablamos de depósitos de laterita, que se suelen explotar en superficie, en minas a cielo abierto, proviene su formación de un proceso de alteración de las rocas de millones de años, como es el caso de Nueva Caledonia, mucho más ventajoso para explotar. Los depósitos de laterita suponen más del 60% de los recursos de níquel conocidos a día de hoy. Además de Nueva Caledonia, las principales fuentes de lateritas se hallan en Cuba, Australia (de nuevo) y Grecia (atención a la cooperación franco-griega). Los nódulos ricos en níquel se pueden hallar en el fondo oceánico, pero hay que mejorar muchísimo la tecnología extractiva para hacerlos rentables.
De acuerdo con las estimaciones del U.S. Geological Survey hay de unas 130 a unas 200 millones de toneladas de reservas explotables en el mundo. Australia acapara el 35% de las reservas conocidas y Rusia el 10%... y en Nueva Caledonia habría algo más del 25% de los depósitos conocidos del mundo y más fácilmente explotables y el 40% si hablamos de lateritas. Debemos señalar la ventaja de Francia en este sector, pues la principal empresa que se halla en Australia es Eramet, participada al 36,6% por la familia Duval y en un 25,8% por el grupo nuclear Areva.
De hecho, los yacimientos rusos declinan y cuando esto suceda, más pronto que tarde, Nueva Caledonia pasará a tener una importancia económica y geológica, a lo que hay que sumar su ZEE, absolutamente clave a sumar a su valor geoestratégico. Hay que tener en cuenta que las reservas de Nueva Caledonia son una "auténtica locura", pues están formadas por más de 8.000 kilómetros cuadrados de rocas ultrabásicas muy ricas en níquel formadas en el Eoceno superior. La alteración de las rocas debida a la acción del clima y el agua o por acción hidrotermal no ha hecho más que favorecer la redistribución y concentración de níquel y cobalto en los diferentes saprolitos gruesos y finos que protegen los minerales crudos.
Nueva Caledonia explota minerales crudos saprofitos con alto contenido de magnesio y los procesa en pirometalurgia. Su actividad minera también entiende de los minerales en bruto lateríticos por el desarrollo de las llamadas técnicas hidrometalúrgicas, que permiten tratar de manera rentable los minerales en bruto oxidados, muy ricos en hierro y con cantidades muy elevadas de níquel y cobalto. Esta técnica propicia que se puedan desarrollar muchos proyectos de hidrometalurgia.
En Nueva Caledonia, bajo control de Francia desde 1853, la explotación del níquel dio comienzo en 1880 y ya supone sobre el 20% de la economía local, bajo control de la Société Le Nickel, hoy día propiedad del mencionado grupo Eramet que tiene varias minas en el archipiélago y Doniambo, situada muy cerca de Numea, la capital, y que da empleo a 1.300 personas.
Por su parte, a partir de marzo de 2009 se confirma la participación de las fuerzas políticas y sociales en la isla para la explotación del níquel después de que se adquiriese por parte de caledonios separatistas la Société Minière de Sud Pacifique (SMSP), que pasa a asociarse con la británica-helvética Xstrata a través de una empresa intermediaria, Koniambo Nickel SAS, dando con ello inicio la primera etapa de integración en la industria minera y seguida por la apertura de Koniambo para su explotación, una mina de 20 kilómetro de largo por 5 de ancho, una muy considerable concentración de laterita de 21 kilómetros cuadrados, que en 2012 empezó negociaciones con la empresa china Jinchuan para transformar el níquel en China, con un acuerdo que incluye dos empresas relacionadas, una para extraer el mineral en Nueva Caledonia y otra para crear en China una planta metalúrgica para procesar 30.000 toneladas por año, pero las negociaciones se rompieron porque Jinchuan quería el 51% de las participaciones en la entente.
El níquel no es un material crítico, y por ende indispensable para los productos de alta tecnología, pero está presente en muchísimos productos industriales, cosa que lo convierte en estratégico.
Las aleaciones de níquel son de tres tipos fundamentales:
1/ Hierro-níquel, como invar, que contiene el 36% de níquel y por debajo de los 200 grados tiene un coeficiente de expansión cercano a cero. Usado en relojería y en cualquier campo donde las componentes se hallen sujetos a variaciones térmicas.
2/ Cobre-níquel, muy resistentes a la corrosión, y usadas en desalación de agua, por ejemplo, tal y como ya hemos comentado más arriba.
3/ Las superaleaciones a base de níquel y cobalto, muy resistentes a la corrosión en seco y con una gran dotación de propiedades mecánicas, en particular para la industria de la aviación, para fabricar reactores y en la industria térmica para fabricar por ejemplo calderas.
Entre los aceros inoxidables, como los de las palas que se utilizan en el cerramiento, se halla el maraging, un acero de endurecimiento estructural que se halla compuesto al 18% por níquel, el 8% por co alto, el 4% por molibdeno, el 0,03% por carbono y otros elementos como pueden ser manganeso, titanio o aluminio.
También está el constantan, una aleación de cobre y níquel que su usa para los cables de resistencia eléctrica.
Por todos estos motivos las inversiones se vienen concentrando y multiplicando en Nueva Caledonia desde hace un par de décadas en un marcado crecimiento, concentrándose en tres proyectos principales: Doniambo, Goro y Koniambo. En cuanto a empresas hay que señalar a la ya mencionada británico-helvética (AUKUS, acuerdos entre Reino Unido y Suiza, etcétera) Xstrata, la brasileña Vale, y otras que una vez se asegure la estabilidad fruto de aclararse el estatus jurídico, llegarán si Francia sabe estabilizar.
Eramet es el principal actor del sector, presente en los cinco grandes yacimientos (Thio, Kouaoua, Népoui-Kopéto, Tiébaghi y Poum), y controla al menos dos centros mineros de momento infrautilizados, Étoile de Nord y Opoué, el taller hidrometalúrgico en Havre-Sandouville, en la Normandía, que se encarga de transformar la mezcla que se obtiene en Doniambo. La Société Territoriale Calédonienne de Participation Industrielle (STCPI) y Eramet ya confirmaron hace más de una década, en 2009, su acuerdo de accionistas dentro de la empresa Le Nickel para la explotación del níquel de Nueva Caledonia.
Todo ello explica la importancia que Francia atribuye al mineral y a Nueva Caledonia, que el tiempo no ha hecho más que aumentar, como ya hemos señalado aquí, ampliándola a varios campos. Esto hace que Francia y Europa a través de ella se convierta en un actor clave en la región, donde Australia (en alianza con británicos y norteamericanos ante todo) y China con sus respectivas corporaciones son auténticos colosos. Expulsar a París de la región y cortar la progresión Europa, que llega hasta allí, es clave para los AUKUS, en menor medida para China, que sabe que un gallo bien grande (y europeo) equilibra a un águila calva, un león y un canguro.
«La France est plus belle car la Nouvelle-Calédonie a décidé d’y rester.» Afirmó Emmanuel Macron
El presidente de la República, Emmanuel Macron, retomó el domingo su fórmula, pronunciada por primera vez en Numea en 2018, para marcar la victoria del no durante la tercera y última consulta sobre la adhesión a la plena soberanía de este archipiélago del Pacífico. En un discurso solemne, dijo que acogió este resultado con “respeto y humildad”. Una formulación propia de la costumbre canaca y sin duda un llamamiento al diálogo con los separatistas que habían pedido la no participación. Y este elemento será clave para Francia y para Europa, y anuncia más choques entre Francia (y Europa) y los AUKUS, y llevará a Francia a contemporizar realmente con China en ciertos aspectos.
En fin, si me permiten:
Bonjour! Ça va bien? Qu'est-ce que vous voulez faire aujourd'hui?
Y si me siguen permitiéndolo, como diría Yuyu a Nueva Caledonia,
Bonjour, bonjour
Mon chéri, bonjour
Chaque matin
Réveille-moi
Embrasse-moi
Bonjour, bonjour (bonjour, bonjour)
Mon petit amour (mon petit amour)
Voici la vie
Qui sème la joie