El Trazo de Kalamos de hoy aborda la cuestión del uso del "lenguaje" entre las diferentes partes y que enfocan a Rusia en el escenario europeo, pero que se mueven también en el tablero global: Sahel, Asia Central, Extremo Oriente ruso... y la propia India, pasando por Oriente Medio.
Así, este pasado fin de semana hemos podido percibir que, por un lado, Estados Unidos y Rusia pasaron a desarrollar otra retórica en la que, si dejamos lo aparente obtenemos el auténtico fondo, y que muestra que sin dejarse ninguna de las partes de la comunicación en este "juego", quedan patentes también ciertas garantías.
Después de un primer vistazo a las propuestas de negociación enviadas por los estadounidenses, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, las calificó de poco respetuosas con sus peticiones. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergej Lavrov, volvía a reiterar que la Federación de Rusia no quiere una guerra pero que no iba a permitir que se quebrantasen la integridad de sus intereses. De acuerdo con el Pentágono, Rusia habría aumentado las tropas alrededor de Ucrania (ahora serían 120.000), pero están muy lejos de las necesarias para una invasión a gran escala (por lo menos serían necesarias aproximadamente unas cinco veces más).
Por su parte, Dmytro Kuleba, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, pasaba a señalar el siguiente aspecto:
Mientras tanto, la administración Biden filtra los primeros detalles sobre las sanciones que se estudian contra Moscú en caso de agresión. La lista de objetivos incluye: bancos como VTB Bank, SBERBANk y Gazprombank; empresas estatales como Sogaz (seguros) o Sovcomflot (empresa naviera con un destacado lugar en el transporte marítimo de hidrocarburos); negociación de nuevos títulos de deuda pública; la importación de microelectrónica avanzada.
Putin tiene motivos para pensar que está avanzando con buen pie en las negociaciones, pues cada vez es más claro que todo esto gira alrededor de este punto, es decir que los diferentes actores se están posicionando en la configuración del gran espacio, la formación del gran bloque hegemónico en oposición a China, la Revolución Industrial 4.0, etcétera. En este sentido, Putin ha logrado negociaciones directas con los estadounidenses, por un lado, y con los franceses, por el otro lado. Por ese motivo, la retórica de las diferentes partes se halla en un momento en la que se mantienen las posiciones, dejando claro Rusia que distingue ante todo dos grandes interlocutores: Estados Unidos y Francia, y con respecto a Johnson y Reino Unido, es evidente que es un actor más, pero hay una serie de elementos que hay que tener en cuenta, de lo que hablaremos más abajo. Las negociaciones están en una fase aún preliminar, y a medida que avancen y se asesten "golpes" para mejorar sus respectivas posiciones en la mesa, en un momento ya cercano para solidificar las posiciones ganadas y perdidas, y cuando se llegue a ese punto, si todo va bien, se daría lugar a un acuerdo más firme y habría unas consecuencias en el asestarse golpes y en la retórica pasando a bajar el tono. Por ahora todos están asegurándose en las diferentes posiciones y se limitan a decir "sigamos hablando entre todos para definir posiciones".
En cuanto a las posibles sanciones son una manifestación de que los estadounidenses no tienen la intención de ir a la confrontación directa. Quieren aclarar que por ahora no pretenden activar las opciones como las de excluir a Rusia del circuito del dólar (expulsándola del sistema SWIFT, y poniéndola a ella y a todos los recursos rusos en la esfera del e-CNY chino, cosa que precisamente se trata de evitar), y bloquear el comercio de gas y petróleo. De sancionar a Putin ya no se habla en la prensa que importa, más bien el foco se ha desplazado de golpe hacia los oligarcas, tal y como informa el Financial Times, que forman parte del círculo del presidente Putin. Reino Unido se ha sumado a esta maniobra concreta, debido a la gran presencia de magnates rusos en su capital, irónicamente rebautizada como Londongrad, pues la medida se produce cuando el Reino Unido se comprometió el lunes a introducir una nueva legislación que fortalece la capacidad de Londres para atacar a las empresas vinculadas al Kremlin y a sus propietarios en el país en caso de una agresión rusa contra Ucrania. Altos funcionarios de la administración estadounidense dijeron al Financial Times que se había desarrollado una lista de personas y familiares que serían sancionados en coordinación con los aliados de Estados Unidos, como parte del esfuerzo por castigar al presidente ruso en caso de un ataque.
Los funcionarios de la administración no nombraron a los oligarcas rusos y familiares en cuestión, pero dijeron que muchos eran objetivos particularmente vulnerables debido a sus vínculos financieros más profundos con Occidente. De ahí que el Kremlin se niegue a reprogramar inmediatamente la llamada pendiente entre Boris Johnson y Vladimir Putin que se hubo de suspender por el "partygate". No quiere decir que no se haga esa llamada, es simplemente compensar los diferentes motivos por los que Johnson interviene en Ucrania, y recordemos que ya Londres se pasó en su celo ganándose el correctivo de Washington, precisamente en la búsqueda de la influencia y la mejor posición negociadora posible.
Los estadounidenses no parecen que realmente quieran reemplazar la guerra librada con guerra económica. Más bien, parecen confiar en su manual clásico: usar sanciones con la esperanza de poner a la gente en contra del régimen... Un clásico, sí. Pero que falla mucho en sus fines teóricos. Ahora la idea es, de acuerdo con The New York Times, evitar que Rusia saque de los mercados más de 100.000 millones de dólares para devaluar el rublo y disparar la inflación que afecta a los bienes de consumo y las pensiones. Sería una medida de presión cuyo objetivo final es levantar una insurrección contra Putin. Pero hay que ser claros, hasta ahora esto ha sido un rotundo fracasado en Cuba, en Irán, en Corea del Norte y, sinceramente, no sé cómo puede funcionar en un país tan disciplinado cuando se siente atacado desde afuera como Rusia, utilizando una retórica (y hasta una épica) de la resistencia. Pero también dudo mucho de que los estadounidenses no lo sepan; si siguen repitiéndolo a los medios, tal vez sea para mostrar a la opinión pública nacional y ucraniana que tienen un plan y que están haciendo diferentes cosas, aunque lo que creo que están haciendo los diferentes actores de este "juego" es tomar posiciones.
En este punto Estados Unidos, y cualquiera que se enfrente a una situación así, debería fijarse en la Epístola X, 96 de Plinio el Joven al emperador romano Trajano. En ella Plinio el Joven le narra al emperador lo que sucede en su provincia, ante todo, con la cuestión de los cristianos. El elemento clave, de acuerdo con Plinio el Joven es que los templos se han abierto de nuevo, se realizan las ceremonias asociadas a dichos espacios de culto y los templos y carniceros vuelven a vender la carne de los animales que se sacrificaban en las ceremonias, pues contaban con un precio más módico y era fuente de ingresos. Es decir, que si quieres cambiar la opinión de la gente sobre un particular y vencer resistencias hasta el punto que cuestionen creencias firmes en líderes, deidades (o el nacionalismo, que no deja de ser una suerte de religión), lo que sugiere Plinio es que se castigue la conducta extrema, se sea laxo con las otras, se asocien al propósito propagandista que se desee implementar porque asocia a la comunidad, da oportunidad de un ocio significativo y hay las suficientes monedas como para "comer carne", es decir que hay una clase media. Hoy hablaríamos de Soft Power. Se trata de que la gente viva bien, que sepas comunicar mejor que nadie los motivos por los que la gente vive bien de tal manera que nadie se los pueda apropiar, etcétera. La Revolución Industrial 4.0 en este aspecto, y si se desarrolla a plenitud es clave para contener tendencias iliberales, asegurar la paz social, generar los ingresos suficientes que permitan vivir bien, y asegurarse de que los ciudadanos disfruten de un ocio sano y significativo también en sus vidas... y esto debe ser perfectamente comunicado, incluso de una forma sutil (la estatua del César entre los dioses, pero siendo César un mortal, no un dios... se trata de que asocien el bienestar de una forma sutil con una dirección que cuida de la humanidad... pero la figura del César ahí enlaza con una forma de gobernar muy concreta). Cuando tú no eres el que perjudica a los ciudadanos de un lugar concreto, y además les aseguras que su bienestar depende de ti (y que iría a más si no hubiera obstáculos) es algo clave y suficiente. No se trata de negar, se trata de dar y asegurarse de que sepan a quién se lo deben.
En fin, mañana seguiré analizando más elementos que podemos observar entre las diferentes partes y su afán de determinar y solidificar una posición concreta en una negociación por espacios de influencia en la creación del gran espacio en competencia con el otro gran espacio, el liderado por China. Depende de cómo sigan estas transformaciones en el espacio de poder de cada jugador y cómo quedan fijadas que se pueda alcanzar una línea más firme de negociación que iría rebajando la tensión caso de hallarse.