Si hace una semana abordaba en el Trazo de Kalamos un número especial en el que hablaba del momento en que nos hallamos y que había llegado la hora de "la Gran Evolución", hoy quiero hablar de la reforma laboral.
Y parto del análisis que hace Esteban Hernández, "La izquierda ha abandonado a Yolanda Díaz".
Explica Esteban Hernández un elemento, a mi juicio, cardinal:
"Díaz ha hecho justo lo que podía hacer, y lo ha llevado a cabo con solvencia. Pocos reproches se le pueden formular desde la izquierda: ha maniobrado con las bazas de las que disponía, ha impulsado cambios acordados con los sindicatos y ha reestructurado la norma a partir de la temporalidad, que era el asunto principal. Desde ese punto de vista, la reforma de Díaz es un éxito, y debería granjearle capital político.
Las críticas desde la izquierda obvian algo fundamental, que esta reforma laboral está fuertemente condicionada por Bruselas, y más todavía en la época de reparto de los fondos. Lo que Bruselas señaló fue que había que modificar las condiciones de temporalidad y precariedad de los contratos laborales, al igual que antes había señalado que era necesario subir el SMI. La UE no veía bien, desde ningún punto de vista, que se modificaran las condiciones del despido, por ejemplo, ya que esa reforma ya se había realizado antes, con el PP, y se juzgó muy positiva. No había que tocarla...
Y esta posición europea es importante porque señala el marco de lo posible. Y, en ese marco, Díaz ha movido sus fichas, con el apoyo de Sánchez, ha desplazado unas piezas y otras y ha logrado un encaje en el que había acuerdo social. Las modificaciones, sean escasas o significativas, suponen un avance para las condiciones laborales, y una mejora respecto de posiciones anteriores."
Y es que aquí hay una serie de cosas que, en el mejor de los casos o no se entiende o se pretende no entender para perseguir fines espurios, y que al chocar contra el muro de la realidad se adquiere en su correcta dimensión.
Hace ya mucho tiempo, no es una cuestión precisamente de décadas, que el Estado-nación no existe. Y sé que es muy duro para ciertas personas ver esto escrito y que otras ya no querrán seguir leyendo. Pero no existe, no al menos en la forma en que creen que existe.
Por la izquierda, hay una serie de elementos de análisis que están distorsionados por, o bien ignorancia, o bien cierto interés torticero, de las mismas fuentes marxistas o socialistas. Marx, Engels, Gramsci... todos ellos nos están hablando de cómo se forma una hegemonía en un momento dado y hablan en su momento histórico de referencia. Sobre Gramsci intento aplicar una serie de elementos en este artículo para el Instituto Symposium.
Voy a intentar explicarlo para que se entienda. Lo que en el siglo XIX llamamos Estado-nación es una representación de una hegemonía compuesta por una serie de elementos que se manifiestan en una forma concreta política, y que proviene de la comunión de una serie de elementos variados: intelectuales, económicos, productivos... esto define un espacio y establece "una frontera". Este espacio será suficiente para no ser influido o dominado por otros, y al contrario, imponer su dominación a otros con menos capacidad para resistirle en el plano intelectual, económico, productivo, etcétera si se cuenta o no se cuenta con los elementos que lo permite hacer. Anteriormente las hegemonías se hacían alrededor de familias que representaban ese pacto de intereses, como podían ser los Habsburgo, los Valois...
Ya en el siglo XIX se percibe, por ejemplo con Alexis de Tocqueville, que hay una dimensión de poder mayor que los Estados-nación de Europa y que contarán con los medios de imponerse a terceros (y estos terceros son los Estados-nación europeos), y que son Estados Unidos y Rusia. De ahí que Lenin sí pueda apoyarse en el Estado y tenga, hasta cierto punto, sentido conquistar el Estado porque controlas algo más que un Estado-nación, lo que la geopolítica alemana llamaba "Estado Continental". A su vez, el propio "Estado Continental" se ve superado ya hoy día en la dirección del gran bloque. Este "juego" se basa en las premisas que las Provincias Bajas Unidas consideraron que podían usarse para mantener su hegemonía a partir de 1648, y que ha ido siendo superado y ampliado hasta alcanzar toda la Tierra por las respectivas hegemonías del Imperio británico y Estados Unidos. Esto implica, por ejemplo, que la Unión Soviética "condicionó" el gobierno de Polonia que surgía tras la ocupación del III Reich, y que pudo crear su espacio en la Europa Central y del Este... de la misma manera en que Estados Unidos creaba el suyo en Europa Occidental, por ejemplo.
La influencia del Reino Unido, por ejemplo, o de Francia, por citar otro ejemplo, en España han sido patentes, y desde hace tiempo. Con unas élites españolas que han pactado con unas u otras para entrar en las esferas de influencia de Francia, el Reino Unido... o Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, alcanzando también a Francia. La formación del corporativismo global tras la Segunda Guerra Mundial también es un fenómeno a tener en cuenta; la gran concentración horizontal de nuestros días con los grandes fondos de inversión que superan a la banca, asumiéndola en su fase de expansión, también es un fenómeno que existe. La réplica por China de estos elementos la configuran como el elemento central.
Bien, al igual que hasta que Alemania se salió del patrón oro e impulsó una serie de acciones para el beneficio de sus corporaciones (de esto he hablado en este artículo en el Instituto Symposium), y se rompió el acuerdo multilateral de Bretton Woods, y ante una serie de elementos de los que hablo en la referencia que acabo de citar entre paréntesis, es así como se da forma, por acción y reacción, y por una serie de ofensivas propias del contexto del principio del fin de la hegemonía norteamericana, a la formación de lo que hemos venido a llamar "neoliberalismo", que es una fase cíclica en las fases de cambio de hegemonía desde que la vivieron las Provincias Bajas Unidas y el Imperio británico, con sus respectivas particularidades y en una escala cada vez mayor.
Al igual que antes del neoliberalismo existió un pacto descendente que llamamos socialdemocracia, y entonces daba igual en lo fundamental que ganase las elecciones el partido republicano que el partido demócrata en Estados Unidos, o el partido laborista o el partido conservador en el Reino Unido, había una serie de elementos que en la zona directa de control de la hegemonía estadounidense se había uniformado y convertido en estándar ese pacto; ahora, con los golpes asestados por Alemania (ver de nuevo la referencia que cito en el párrafo anterior), el fracaso del pacto alcanzado por la administración Nixon mediante Kissinger con la Unión Soviética, y la imposibilidad de generar un acuerdo socialdemócrata que mantuviese el eje en la igualdad, es por eso por lo que se genera un doble beneficiario de esta estructura: Alemania y China, dos potencias industriales (el neoliberalismo no es, simplemente, no a la industria como se puede comprobar), y un auténtico ganador: que es China.
Bien, el momento en que España entra de pleno a formar parte de "Occidente" con la Transición es el momento en que se produce una serie de cambios y hay varios jugadores, en lo que podríamos llamar la confusión occidental europea, entrando en la esfera de España con las élites españolas, que habían conformado un pacto precario alrededor del franquismo, cosa que explica el tipo de industrialización vivida en España... de alguna manera entramos en la esfera económica en Occidente durante el desarrollismo franquista... pero entramos de acuerdo con los pactos establecidos con la hegemonía franquista, cosa que limitó y condicionó la industrialización. Pero se hizo porque el contexto empujaba en esa dirección, y porque la hegemonía franquista podía condicionar algunas cosas (el ejemplo paradigmático de los cambios vendría dado por los pactos con las bases norteamericanas en España, una pieza de negociación que se podía negociar más y mejor hace décadas y que en la época de García-Margallo como ministro de Exteriores ya dejó claro que las élites españolas ya no tienen para nada los medios para condicionar decisiones globales, de la misma forma que ciertas élites francesas, alemanas, italianas... y norteamericanas, por citar unos ejemplos, y que han tenido que intentar reaccionar ante un mundo que no necesita pactar con ellas, empleando una fuerza que las barre: es decir, los fenómenos políticos que explican la rebelión husita, la reforma en Alemania o Francia... y otros fenómenos de superación de viejas élites inadaptadas en un tiempo de formación de nuevas realidades que las barren).
De esta forma, la Transición española supuso el intento de Francia de influir, en competencia con la República Federal de Alemania, y la preeminencia en las cadenas de suministro y conquista de mercados del corporativismo alemán en alianza con Estados Unidos.
Como ya he explicado varias veces, y partiendo de este documento del Instituto Symposium, la entrada de España en el sistema Occidental de forma plena va de la mano del corporativismo alemán, el desorden europeo y las pugnas entre anglosajones entre sí (hay un dato que pasamos por alto y que aporta Shaun Riordan que es muy importante), el eje Francia-Reino Unido, el eje Reino Unido-Alemania, el eje Francia-Alemania, el eje Alemania contra Italia, Francia, Reino Unido... e incluso, una pugna de perfil bajo con y contra Estados Unidos, pero que también ha tenido Alemania.
En este sentido, resulta paradigmático el caso de los fondos europeos en los años 90 del pasado siglo XX en España. Y voy a poner el ejemplo del lino. La Unión Europea ha movido subvenciones dejando una autonomía de aplicación dentro de los Estados miembro y que se traslada al caso del lino, por ejemplo. ¿Qué pretendía la Unión Europea subvencionando el lino? Un impulso del sector agropecuario enlazando con las necesidades estratégicas y las cadenas de suministro de la industria del automóvil europea, por citar un caso. ¿Cómo se aplicó en España? Evidentemente se aceptó se aprovechó esa subvención y se utilizó el cultivo del lino... pero para cobrar las subvenciones sin impacto real en un impulso del sector agropecuario ni generando una industria transformadora que impulsase el desarrollo del sector secundario. En pocas palabras, el lino se pudría en el campo de los que se aprovecharon de la subvención y sin el impacto social-económico buscado porque a la élite de este país no le interesó.
¿Qué le interesaba a la élite de este país? Los megaeventos que traían aparejada deuda, construcción y un impacto económico dudoso para el conjunto del país: los Juegos Olímpicos, la Exposición Universal, el Foro de las Culturas, el Madrid "olímpico"...
Lo que se decidió como conjunto de país
Durante el desarrollismo franquista hubo un momento en que se decidió que había que optar por la construcción de la segunda vivienda, la especulación inmobiliaria vinculada con la concentración de trabajadores que acudían a los principales polos económicos del Estado, y así, el capitalismo financiero español movió el dinero hacia ese modelo, que permite un modelo “antifordista”. Es más difícil orientar el pensamiento de las clases bajas hacia los modelos de sindicato y partido obrerista cuando el motor económico es el sector servicios, hay episodios de paro recurrentes, pero se crean mecanismos para sobrellevarlos. Este aspecto era muy interesante para el franquismo desde muchos aspectos. Por cierto, que esto también le interesaría a Estados Unidos. Porque así evitaba un escenario parecido al de Francia o Italia después de la Segunda Guerra Mundial en el momento en el que España se encuadrase en el statu quo de la Europa Occidental.
Entrar en Europa, entonces la CEE, implicaba para España y para cualquier país que quisiera hacerlo, una apertura del comercio, una liberalización del mercado de bienes y servicios y una libre movilidad de capitales. España, al igual que la inmensa mayoría de países en aquel momento no está en condiciones. Es lo que Krugman llama, “La gran divergencia”. En la década de los años 70 del siglo XX, primero y más fuertemente en Estados Unidos, en menor medida en Canadá, y sumándose después los países de la Europa Occidental, la desigualdad en los ingresos económicos y, por ende, la desigualdad social empezó a crecer. El término escogido por Krugman se opone a la llamada “Gran convergencia”, consecuencia del New Deal. Es el resultado de la aplicación del neoliberalismo. Recomendable este "paper" al respecto.
Esto para España, y para muchos países, implica reconversión industrial, que resulta un proceso muy duro, debido a que la industria española es una industria no consolidada para esta fase económica; esto repercute en la desindustrialización y la concentración en un modelo que, como ya decía anteriormente, ya se estaba formando: la España del ladrillo, concentrada en segundas residencias para los polos fordistas y administrativos, el sector servicios, el turismo y la especulación del suelo sobre todo, como consecuencia inmediata y lógica, pero ahora mucho más extendida.
Así, por ejemplo, entre 1986 y 1992 hubo una burbuja inmobiliaria que afectó ante todo a los precios, pero no tanto al volumen total construido. Esto coincide con la firma del Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, que es de 12 de junio de 1985, y que entró en vigor el 1 de enero de 1986. Es interesante cómo en ese momento España también logra el 17 de octubre de 1986 en Lausana que el COI proclame a Barcelona vencedora para organizar los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, cosa que supuso la liquidación de una parte del modelo industrial que tenía Barcelona y su transformación en una de las abanderadas de España, junto a Madrid, de un modelo de ciudad global neoliberal. También Sevilla gana la asignación para organizar la Exposición Universal en 1982 para celebrarla en 1992, siendo ocasión para inversión en infraestructuras, etcétera.
La siguiente burbuja inmobiliaria corresponde al ciclo que abarca 1997-2007/2008, pero de una manera más destacada a partir de 2002. En este momento, dentro del ciclo 2002-2007, la deuda privada se multiplica, pues pasa de 1,1 billones de euros a 3,2 billones de euros (del 155% al 300% del PIB). Esto es precisamente consecuencia del mal diseño del proceso de Unión Monetaria de la UE. Lo que explica este acelerón correspondiente al año 2002 es que el Banco Central Europeo rescató a Alemania ese año, ya que Alemania se vio expuesta a un problema doble: por un lado, la masa de dinero que costó a la RFA absorber a la RDA, además de la liquidación de todas las empresas del este que eran inasumibles para las empresas de la RFA. Es difícil de precisar cuánto dinero ha costado, ya que se hablan de cifras que bailan entre los dos billones de euros, hasta los 1,3 trillones de euros. En todo caso, lo que es evidente es que la UE ha sostenido como conjunto a la RFA en esta operación. Además, en 2002 sucedió que Alemania tenía una gran sensibilidad al estallido de la Burbuja tecnológica de las “.com”. A partir de ahí, vino una contracción y, en vez de activar una política fiscal para impulsar la demanda interna alemana, lo que se hizo fue implementar una política monetaria muy expansiva. Como consecuencia, se bajan los tipos de interés hasta el punto de que en España el dinero tiene precios en negativo. Esto es lo que explica la gran expansión de la burbuja inmobiliaria, ante todo en el ciclo 2002-2007. Además, desde la política española nadie, ni el gobierno de Aznar ni tampoco el de Rodríguez Zapatero, le puso freno. Se habló por parte de varios ministros del gobierno de Zapatero de tratar de pinchar paulatinamente esa burbuja. ¿Dónde se aprecia el impacto de esta burbuja? Las sociedades financieras en 2002 tienen una deuda sobre el PIB del 19,3%, para que en 2007 sea del 92,5% del PIB, y del 107,3% en 2011. Es decir, los depósitos españoles no podían financiar esta burbuja a partir de 2002, de enorme tamaño, así que había que introducir deuda de los mercados capitalistas financieros.
Los resultados en empleo, generación de impuestos, actividad, etcétera eran muy buenos, consecuencia de la burbuja que captó esa expansión tan enorme de la política monetaria del Banco Central Europeo y de los bancos alemanes, franceses, anglosajones, etcétera. Pero esos buenos datos en empleo y en recaudación por diferentes vías, tremendamente cortoplacistas y debidos a la burbuja, eran un buen aval para ganar elecciones tanto para PP como para PSOE. Además, el acceso a deuda también implicó contratos públicos adjudicados a empresas concesionarias para construir infraestructura, que tampoco es que fuera estratégica, pero sí que engrosaba balances del establishment español. No obstante, como es natural, los datos de competitividad y productividad iban de mal en peor, debido a la naturaleza cada vez menos industrial y más apegada a la especulación del suelo, el turismo, la restauración, etcétera. Además, la subida del coste de la vida, fruto de un mayor empleo, comportó un aumento del consumo; la subida de precios del metro cuadrado en un mercado inmobiliario alcista en la vivienda, tanto de alquiler como de compra, implicó que se hizo necesario recurrir a vías de crédito para apuntalar unos salarios que no crecían al ritmo del coste de vida. Todo ello según Richard Koo, que es economista jefe de Nomura Research Institute, Ltd.
Respecto a la deuda pública España pasó del 40,2% del PIB en 2007 a superar el 100%. Esto se debe también al hecho de que en Europa no existe ni una Unión Fiscal ni tampoco una Unión Bancaria. En 2008 en todos los países de la Unión Europea había autonomía fiscal con una alta asunción de responsabilidades. Ante esta situación, en España, en lugar de que sea el sector privado el que asuma las responsabilidades de su mala gestión y muy malas decisiones, sucede que se produce un “rescate” por parte del Estado ya que no hay quita, hay ayuda estatal.
Así, la otra cara de la moneda de este activo del Banco de España, pues la deuda de la banca y la tenencia de bonos se contabilizan como activo del Banco de España, en la misma cuantía, es el pasivo de la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos. La cifra, que alcanzó los 670.521 millones de euros, equivale a más del 60% del PIB previsto para la economía española en 2020, que según todas las estimaciones caerá más del 10% respecto al año pasado. La principal magnitud en esta parte es la del sistema de pagos instantáneos Target, a través del que se liquidan grandes transacciones entre entidades con cuentas en el banco central, y que alcanza el máximo de 445.632 millones. Atención porque la deuda es a través del Banco de España. los préstamos del Banco Central Europeo han acabado en el pasivo del Banco de España, con lo que España adeuda estas cantidades y responde de ellas. Pueden repasar esas cifras para comprender la situación en la que se halla España y la difícil salida que tenemos realmente. Para otros aspectos sobre cómo el sur ha financiado a Alemania o Países Bajos, es recomendable este artículo de Juan Laborda. Sobre las deudas que Alemania nunca pagó, es recomendable leer este artículo de la BBC.
Corea del Sur, como ya expliqué la semana pasada, partía de una situación incluso peor que la nuestra en la última parte del siglo XX, pero hizo justo lo contrario de lo que nosotros hicimos como conjunto de país. Se decidieron por un intervencionismo estatal, un desarrollo industrial apuntalando los sectores que creían relevantes y estratégicos para ellos y todo ello impulsado financieramente por una banca pública muy activa, para poderlo llevar a cabo.
Nuestras élites escogen, como país, apostar por los pilares del sector servicios, el turismo y la especulación del suelo sobre todo, y liquidan la industria. Esto ofrece las ventajas de sintonía con la hegemonía neoliberal de Estados Unidos, el acceso a capitales financieros, la rápida especulación y la transformación sociológica definitiva y paulatina de España en un país cada vez más a la derecha en lo económico, mientras la cosa ha funcionado para los de abajo. A su vez, esto ha impulsado la liquidación del sindicalismo y de los partidos de izquierda… es una versión “a la española” de lo sucedido en Estados Unidos con el giro hacia el neoliberalismo y el neoconservadurismo. Esto, es válido para España, pero ojo, con la salvedad del País Vasco. Con la desindustrialización hace mella el escenario de la “Gran divergencia” de Krugman, y entonces se hacen inversiones desde el conjunto del Estado para dirigirlos hacia el turismo, lo que hace que su economía algo se reactive. No obstante, los políticos vascos saben que ese panorama no es el deseado por la hegemonía y el establishment del País Vasco, y se preparan para industrializar partiendo de un tejido industrial propio, y apuestan por la industria de alto valor añadido, y las pymes reciben un doble esfuerzo: una voluntad política clara y planificada y las cajas de ahorros del País Vasco que impulsan el desarrollo, ahora concentradas en Kutxabank, optando por no salir a bolsa para no perder la base de implantación y negocio que tienen, tal y como reflexiona Esteban Hernández en un interesantísimo artículo. Es decir, un modelo a lo “Corea del Sur”, como hablábamos hace un momento. Resultado de ello es que la renta per cápita más alta de España la tiene el País Vasco, y más aún, donde hay más estabilidad laboral y mejores contratos, también. Donde se presenta el mejor modelo asistencial. Porque, y esto es muy importante comprenderlo en su magnitud, el modelo económico lo permite y es justo lo opuesto que vale para el resto del territorio nacional, grosso modo, con consecuencias opuestas en todos los aspectos.
Es decir, y que quede meridianamente claro, son nuestras élites, todas ellas "relativamente europeístas" mientras pudieron encuadrar su modelo, al igual que otras élites en el continente, y otras élites en el encaje global, las que toman unas decisiones, y no otras acorde con sus intereses, y en el momento en que llega el punto en que se ven arrasadas por el contexto es cuando sacan a relucir "el globalismo", "Soros", "la izquierda"... cuando siempre han tenido la sartén por el mango y siempre han decidido qué hacer, creando en paralelo un poder blando acorde a sus intereses en una hegemonía concreta.
Así, hemos podido ver que habiendo un euro y estando en la Unión Europea el País Vasco ha tomado unas decisiones que les han hecho crear un modelo diferente... porque sus élites y el sistema descentralizado español lo ha permitido. De la misma manera que ahora, paradójicamente, las élites de Barcelona quieren los Juegos Olímpicos de Invierno, y las de Madrid los Juegos Olímpicos de Verano... pero no hablamos de lo que hablaba la semana pasada: industria, semiconductores, tecnología, cultura como herramienta económica-política de gran alcance, etcétera.
¿Pero eso sólo pasó en el País Vasco? No. Irlanda entra en la Unión Europea y en el euro... y ya no forma parte de los PIIGS, incluso después de la crisis de 2008. ¿Por qué?
La economía irlandesa ha sostenido su crecimiento a lo largo de los años en las altas tasas de inversión, desarrollo tecnológico y la innovación, y esto se manifiesta en las altas tasas de crecimiento de la producción, las cuales se han derivado generalmente por las exportaciones, a lo que ha contribuido la pertenencia de Irlanda a la Unión Europea y la moneda única.Esto se explica por la aplicación del modelo de crecimiento de Solow, ya que gracias a la incorporación del progreso tecnológico y a la innovación se llega a conseguir que una economía que tiene crecimiento per cápita no llegue a su estado estacionario, sino que siga creciendo a lo largo de los años. Con el progreso tecnológico, las mejoras en la tecnología contrarrestan continuamente la acumulación de los rendimientos decrecientes de capital, por lo tanto crece la productividad del trabajo, tanto directamente debido a las mejoras de la tecnología, como indirectamente por la acumulación adicional de capital que estas mejoras hacen posible.
El avance tecnológico que concedió a Irlanda el estatus de un centro de alta tecnología tuvo lugar en 1987. Tanto la innovación como el cambio que experimentó la industria irlandesa sobre la década de los 90 es la que ha hecho que Irlanda se convirtiera en el corazón de la industria de alta tecnología en Europa.¿Por qué motivos Irlanda se convirtió en la sede de múltiples empresas manufactureras de alta tecnología?
El sector de la alta tecnología en Europa abarcaba a la producción del hardware y software. Estaba localizado en gran medida en Irlanda, ya que aproximadamente un 40% de los ordenadores vendidos en Europa estaban ensamblados en Irlanda. De acuerdo con los datos de la OCDE, tanto Irlanda como EEUU fueron los máximos exportadores de software en la OCDE, teniendo respectivamente un 29% y 26% de cuota de fabricación de los mismos. También hay que destacar el caso de actividades de Microsoft en Irlanda, ya que aproximadamente el 9% del personal que trabajaba en ese sector poseía una muy alta preparación académica.
Es decir, que hemos ido viendo cómo fue aumentando el porcentaje de manufacturas exportadas de alta tecnología a medida que industrias como informática, farmacéutica, maquinaria eléctrica, etc. aparecían y se consolidaban en Irlanda. Por consiguiente, cambiaron radicalmente su economía y prosperaron económicamente, aunque el impacto en la igualdad ha sido algo mucho más que discutible, porque ese eje se dejó atrás hace décadas.
El crecimiento económico del país se vio impulsado, entre otros motivos, porque la población estaba preparada profesionalmente para desempeñar las actividades que requerían las empresas de alta tecnología. Esta alta cualificación se debía a que en gran medida aquellos emigrantes que habían regresado a Irlanda después de haberse formado en el extranjero.
La entrada de Irlanda a pertenecer en la Unión Europea tuvo diversos impactos que afectaron a su desarrollo por distintas vías, pues la Unión requiere una transformación económica que aquí nos hemos negado a hacer para aprovechar los ciclos de especulación, cosa que ha tenido su reflejo en las élites políticas del país, y en la situación real de España, por decisiones de nuestras élites:
1/ Transferencias: Irlanda recibió transferencias por parte de la UE las cuales fueron considerables, hasta tal punto que en 1991 llegaron a ser del 6.6% de su PIB. Luego fueron cayendo como porcentaje del PIB pero los aportes fueron muy significativos en cuanto a su destino para mejorar tanto el capital humano, las infraestructuras y promover nuevos proyectos de industria nacional y de investigación y desarrollo.
2/ Reforma en el sistema de Finanzas Públicas: las transferencias recibidas de la CEE (Comunidad Económica Europea) hicieron que Irlanda debiese modificar su sistema de finanzas públicas hacia uno más moderno que incluyera planeamiento a largo plazo, presupuestos multi-anuales, auditorias sistemáticas e introducción de evaluaciones de efectividad.
3/ Estabilidad Macroeconómica: Irlanda se tuvo que someter al tratado de Maastricht que le ayudó a imponer limitaciones a su política fiscal y además le permitió una disciplina financiera sostenida en el tiempo.
4/ Entrada al Mercado Común: La eliminación de las barreras comerciales y de movimiento de personas en la UE hicieron que la economía irlandesa se abriera a las fuerzas de la competencia externa, lo cual incentivó a que las empresas allí establecidas lograsen mayor índice de competitividad.
Por lo que la entrada de Irlanda a un mercado unificado, fue uno de los factores que ayudó al éxito para atraer inversión extranjera directa y además aumentar la competitividad de las empresas locales.
Estos factores han sido claves para la transformación que hemos vivido de la economía irlandesa, sentando las bases para el crecimiento guiado por las exportaciones y la inversión extranjera directa.
Adicionalmente, las operaciones de grandes empresas transnacionales que están fusionándose con compañías domiciliadas en Irlanda apuntalan la inversión directa, al establecer sedes y laboratorios vinculados a la alta tecnología, con miras a beneficiarse de la tasa de impuestos corporativos que se aplica allí: 12,5%, la más baja en un país desarrollado, además de factores como los ya apuntados aquí. Según cifras de la Cámara de Comercio Estados Unidos - Irlanda, hay unas 700 compañías estadounidenses operando en Irlanda. Entre estas se incluyen empresas de gran tamaño como Intel, Dell, Google, Hewlett Packard, Facebook, Apple, Johnson and Johnson y Pfizer.
Esta última empresa anunció en noviembre de 2016 que se fusionaría con la empresa Allergan y trasladando su sede a Irlanda.
En definitiva, Irlanda ha sido altas tasas de inversión, desarrollo tecnológico y la innovación al progreso tecnológico como caballos de batalla, creación y adaptación de sus capacidades industriales a los tiempos y se preparan en un contexto nórdico para emprender la Revolución Industrial 4.0. ¿De quién es la culpa? Irlanda nos ha pasado ya hace mucho tiempo la mano por la cara, incluso con burbuja inmobiliaria. ¿Y aquí? Más asumir responsabilidades, y hasta culpas. Y más tomar acción de una vez.
Entonces, ¿qué sucede con esta reforma laboral de Yolanda Díaz?
Como ya he señalado, lo que importa es el contexto, y el contexto y la hegemonía determina las leyes que construyen un ecosistema u otro. Dependerá de la capacidad que se tenga para resistirse a tal ecosistema el que se cuente con soberanía. Grecia es un ejemplo que se sigue sin entender en este aspecto. Irlanda es otro. Atención, no hablamos de igualdad, y más cuando hace décadas que rompimos ese patrón de producción y de sociedad trayendo aparejados los cambios que llamamos "neoliberalismo", se tenga industria o no se tenga industria.
La forma de cambiar el contexto viene dada por una serie de elementos que cambien el "ecosistema" y cree nuevas hegemonías, ya sea por reciclado de las antiguas, ya sea porque las antiguas son barridas y su espacio es ocupado por otras hegemonías que se aprovechan del nuevo ecosistema.
La reforma posible que ha hecho el ejecutivo español, efectivamente, va en la línea de Europa de más salario, más salario mínimo interprofesional, menos temporalidad, menos precariedad, más estabilidad... y para ello hay que cambiar el "ecosistema", es decir que hay que cambiar el modelo productivo, laboral y recaudatorio. Y es aquí donde llegamos a la oposición y a las soflamas nacionalistas, por la izquierda y por la derecha, con la excusa de que es insuficiente (pero queremos seguir con este modelo y queremos los Juegos Olímpicos de Invierno en Barcelona... o los Juegos Olímpicos de Verano en Madrid). De lo que se trata es de no cambiar el statu quo y no perder la hegemonía, ni tampoco, evidentemente, favorecer el cambio social, laboral y de contexto que tenga un impacto sociológico y político en última instancia que elimine lo que ha servido para que haya un poder concreto. Como digo, habrá elementos que quieran cambiar y adaptarse, por ejemplo Ana Patricia Botín va en esa línea por sus declaraciones, pero habrá otros que se sientan profundamente amenazados: PP, Vox, ERC; y otros temen ser barridos, aunque estén en lado correcto de la historia, pero no tengan la fuerza necesaria para absorber en la concentración de capital horizontal y vertical que ya es inminente, y tratan de mantener "sus posiciones", que sería las posturas expresadas desde el País Vasco.
En definitiva, el mundo que viene ya no viene, ha llegado y empiezan a notarse sus efectos, irán a más, y hay las resistencias y las búsquedas de nuevas oportunidades de ascenso típicas de estos momentos, sólo que ahora son tan enormes como no habíamos visto.