Contextualizando la postura diplomática de España: repaso a actores, posiciones y posibles motivaciones. El Sáhara Occidental y el encaje en el gran espacio. Parte-2: Turquía
Los diferentes actores en juego: Turquía y su trenzado, una de las piezas angulares
Como mencioné en un documento reciente, las alianzas importan. Hace dos años Turquía aparentemente jugaba un juego entre los Hermanos Musulmanes y Qatar, por un lado, y por otro parecía escuchar a Rusia y a China para apartarse del encaje euroatlántico. Tras la guerra de Nagorno Karabakh de 2020 Turquía ha demostrado que no se la puede encasillar, como vimos entre la guerra entre proxies y la ofensiva de Rusia y de los gubernamentales sirios y su choque con las piezas que Turquía mueve en el tablero de Siria. Tras ello, las posiciones de Turquía han cambiado en diferentes perspectivas y se proyectan sobre diferentes escenarios, abriendo vías de cooperación, como ya hemos venido señalando en diferentes Trazos de Kalamos y en este mismo documento.
La proyección de Turquía en el Sahel, Magreb y Golfo de Guinea resulta ser complementaria de la ofensiva euroatlántica.
El enfoque africano de Turquía, muy inteligente, parte de la formulación de una doctrina estratégica en 2003 con Recep Tayyip Erdoğan como primer ministro (ahora presidente del país euroasiático). Me refiero a la "Estrategia para mejorar las relaciones económicas y comerciales con África", fruto de la cual en este periodo Turquía ha multiplicado por cuatro el comercio bilateral con África; el número de embajadas turcas en África ha pasado desde las 12 con las que contaba en 2003 a las 42 que tenía en el continente vecino en 2021; atendiendo a la inversión extranjera directa de Turquía en el continente africano percibimos con claridad que se ha disparado de los 100 millones de dólares de 2003 hasta alcanzar los 6.500 millones de dólares en 2021; Turquía alcanzó el estatus de país observador en la Unión Africana (UA) en 2005 y en 2008 se convirtió en 'socio estratégico' de la UA, copatrocinando la primera cumbre Turquía-África en Estambul; la segunda cumbre Turquía-África se celebró en Malabo en 2014; la tercera, prevista para el año pasado en Estambul, se pospuso debido a la COVID-19, pero se acabó celebrando en diciembre de 2021.
La ayuda oficial al desarrollo de Turquía ha ido escalando posiciones y alcanzó los 3.900 millones de dólares estadounidenses en 2019. También ha mostrado una estrategia similar a la de China al construir grandes infraestructuras estatales, por ejemplo, una piscina olímpica en Senegal, un puerto ampliado y su mayor base militar en el extranjero en Mogadiscio, y una gran mezquita en Djibouti.
Desde 2015, Turquía también se ha convertido en una potencia en ascenso en la industria de la defensa, pero además Erdoğan ha demostrado a los países africanos su compromiso tangible con el continente. Así, en 2011, realizó su primera visita oficial a Somalia cuando pocos líderes extranjeros se planteaban por motivos de seguridad llegar hasta allí debido al alto riesgo que representaba al-Shabaab. En 2016 volvió para abrir una embajada turca en Mogadiscio, un evento poco común ya que la mayoría de los países, incluida Sudáfrica, mantienen sus relaciones diplomáticas con Somalia desde lejos. Pero también la visita de Erdoğan en 2011 fue para aliviar la hambruna, lo que marcó el comienzo de Turquía como un "actor humanitario" en África y un socio económico, y durante la pandemia, por citar un ejemplo, Turquía envió equipos médicos a Níger y Chad para ayudar a combatir la pandemia de COVID-19.
Turquía aspira a convertirse en una potencia económica, humanitaria y militar en el África subsahariana; de hecho, Erdoğan afirma que no se pueden separar los objetivos económicos, políticos, humanitarios y militares de Turquía, de tal manera que se puede afirmar que Turquía está siguiendo los pasos de muchas potencias occidentales desarrolladas en África. Sin embargo, a diferencia de estas, Turquía se presenta como un estado “afroeuroasiático”, haciendo un uso inteligente de sus relaciones históricas, y pretende señalar que en la región no es realmente una potencia externa con un pasado colonial, sino alguien del continente, un socio. Esto se ha manifestado también en una de las facetas del "Soft Power" de Turquía: las producciones audiovisuales, un elemento este que hemos tratado en el Instituto Symposium mediante un dossier. En definitiva, todo ello se circunscribe en la estrategia de convertir a Turquía en una potencia interregional.
Recomiendo leer los siguientes enlaces del material que hemos ido produciendo desde el Instituto Symposium para profundizar y poder seguir la evolución de Turquía en estos dos años, lo que ha llevado a un cambio con Emiratos Árabes Unidos, con Israel, con la Unión Europea, además de con Francia ante todo, o con la propia Grecia (obligando a Chipre a posicionarse y adaptar sus estrategias), como podemos derivar de lo siguiente:
El alcance económico de Turquía en África ha venido estando dirigido como la punta de lanza a través del fuerte sector de la construcción, que ha venido participando en más de mil proyectos de construcción de infraestructuras a lo largo y ancho de toda África.
El sector de la construcción supone alrededor del 9% del PIB de Turquía y da empleo a casi 2 millones de personas, por lo que Turquía ha logrado beneficios nacionales de su desarrollo de infraestructuras en África. En general, el impacto del sector en África se ha dirigido hacia las viviendas, centrales eléctricas, instalaciones de tratamiento de aguas, aeropuertos, centros de negocios, hoteles y complejos deportivos y culturales. Desde 1972, cuando los contratistas turcos comenzaron a operar fuera de Turquía, hasta 2020, los proyectos de construcción en África han supuesto el 17% del total de los proyectos ejecutados, y de estos, tan sólo en Argelia y Libia suponen el 67% del total de los proyectos africanos. A esto cabe sumar los países cuyas economías son apodadas como "economías del león", estas naciones han experimentado constantemente tasas de crecimiento económico superiores al 6%, y podríamos destacar, por ejemplo, las del Golfo de Guinea. Pero la competencia se ha desatado entre los diferentes actores, y a la llegada de China se anuncia el pulso que el Reino Unido, la Unión Europea y otros actores van a desatar en el continente africano, con lo que Turquía debe replantearse su posición económica en África y buscar socios fuertes y otros sectores en los que ampliar sus asociaciones y sectores. Veamos la siguiente tabla:
En los años que antecedieron al estallido de la pandemia de COVID-19, las cadenas de suministro mundiales ya empezaban a sufrir un proceso de acortamiento, a medida que las empresas y los países ponían más énfasis en la capacidad de recuperación que en la eficiencia de los costes inmediatos. En el contexto europeo, esta profunda transformación estructural supuso acercar el aprovisionamiento y la fabricación a los mercados finales europeos, dando lugar a una nueva regionalización que daba prioridad a la deslocalización en las regiones del sur y el este de la UE, donde además el acortamiento de la cadena tiene el gran potencial de acceder a minerales estratégicos, energía, casos de Rumanía o, ante todo, España, donde además se suma uno de los grandes cuellos de botella y el hecho de ser uno de los dos conectores euroafricanos, junto a Marruecos. El imperativo entre las industrias de mantener una base de bajos costes mientras se produce el nearshoring llevó a la creación de instalaciones de producción, para el caso que nos ocupa, en África, especialmente en el norte de África y las regiones adyacentes. De este escenario empezamos a hablar en el Instituto Symposium y a señalarlo en un dossier tecnológico, publicado en su forma final en varias partes, y que se puede consultar aquí.
El enfoque posterior a la pandemia, la transición de hegemonía de Estados Unidos, la gran competencia entre bloques que estamos empezando a ver cuajar, y el dinamitado de lo que quedaba de la Guerra Fría por parte de Rusia en Ucrania, en una estrategia más amplia de la que hablaremos en una de las partes de este dossier, han hecho que el impulso para acortar las cadenas de suministro se haya convertido en vital y se haya acelerado la competencia entre los actores internacionales para desarrollar sus propios corredores comerciales euroafricanos centrados en el Magreb como cabeza de puente hacia el corazón de África en doble dirección, reforzando de paso a la misma Europa y dando los primeros pasos de la gran concreción de corredores industriales dentro de Europa, y de Europa con África.
Para comprender mejor este aspecto, conviene que introduzcamos una excurso:
De cómo Europa trasciende al "Blue Banana": el gran impacto en tres continentes
Para hacer un proceso de síntesis, acompaño el siguiente vídeo para que comprendan una serie de puntos:
Es decir, como se puede comprobar, Europa está en un proceso de reorganización de su espacio industrial y de sus capacidades, además de un cuestionamiento de su modelo geoestratégico y geopolítico, eliminando unos intereses rusos en su posición de ventaja hasta el momento, razón por la cual Rusia actúa como lo hace en el Mar Negro, Oriente Medio, Norte de África y el corazón de África. El establishment ruso se ha movido en una lógica compleja basada en la difusión de un poder blando centrado en la fragmentación del poder negociador de Europa mediante "el soberanismo", creando socios y fragmentando la capacidad de negociación de Europa, a la vez que privando de la unidad de acción necesaria de un potencial gigante unificado mediante la federación. Tres colosos con respectivas políticas económicas, exteriores y de defensa es la pesadilla de la oligarquía rusa: India, China y Europa como tres bloques integrados se ponen el precio a la baja. Adicionalmente, el lanzamiento de los proyectos bidireccionales euroafricanos y los descubrimientos energéticos en este espacio matizan y anulan las ambiciones rusas al poder contar Oriente Medio, África y Europa con los elementos que bajan el grado de dependencia de la oligarquía rusa: en las negociaciones van a salir perdiendo los intereses de Rusia. Por tal razón, ante el avance de estas estrategias Rusia no comete ninguna locura y sinrazón actuando como lo hace en Oriente Medio, África y Europa: está defendiendo sus intereses y tratando de detener o, por lo menos condicionar esta estrategia, también con el gas, de ahí que estén en Libia, tiendan sus redes sobre Argelia y tengan ese impacto en el Sahel (particularmente en Malí) o en otros lugares de África. Se trata de, por ilustrarlo de alguna forma, "cortar las conexiones" justo donde se unen los diferentes "cables" energéticos, estratégicos y de desarrollo, que no se haría con sus medios (y pagados a más alto precio y con total dependencia de Rusia en unos aspectos, y de China en otros, pues China también juega en esta ecuación).
Turquía, como ya se ha visto, también ha ampliado su participación económica en el Norte de África para remodelar la configuración comercial y la geopolítica de la conectividad transmediterránea, de ahí su encaje con Grecia, la Unión Europea (también Francia e Italia por razones evidentes), Israel y los países del Golfo, lo que incluye a Qatar y a Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, además de proyectarse en el Mar Negro, donde Rusia trata de imponerse conquistando el islote de las Serpientes a Ucrania para añadirlo a Crimea, ocupar todo el mar de Azov, y, seguramente, hará todo lo que pueda para hacerse con Odessa y Mykolaiv, para apoyarse en Tiraspol y acaparar Zona Económica Exclusiva robándosela a Ucrania y, gracias al islote de las Serpientes, proyectarse sobre la Zona Económica Exclusiva de Rumanía. La ocupación del Este de Ucrania también obedece al hecho de quitar recursos al espacio europeo y forzar a Alemania y otros actores para que se opongan a Estados Unidos y utilicen los medios de Rusia y China... Evidentemente, además de eso, esto implicaría la disolución de la OTAN y avanzar la línea de defensa rusa-china lo más hacia el Occidente posible, cosa que amenazaría a Estados Unidos... y entonces tendríamos el conflicto con Estados Unidos por la defensa de sus intereses, pero ya hemos visto en Nagorno Karabaj en septiembre de 2020 que Rusia no puede defender los intereses de sus socios... si no pudo con los armenios en Nagorno Karabakh en septiembre de 2020, ni tampoco ahora en marzo/abril de 2022... ¿podría defender a los países de Europa de una ofensiva de Estados Unidos y sus socios sobre Europa? Rusia tenía con nosotros dos vías: o utilizar sus posiciones para negociar y buscar el encaje en el gran marco, u optar por el chantaje por diferentes medios para conseguir sus fines con sus socios y aliados. De momento ha escogido esta segunda parte, veremos si se mantiene en ella o cambia de opinión.
Quizás habría que plantearse muy seriamente "las bondades" de los intereses de Rusia y qué consecuencias traería, además de que todo apunta a que su estrategia para proteger sus intereses en África, Europa y Oriente Medio no es ni mucho menos estabilizadora, ni genera prosperidad: realmente es al contrario, pues por defender sus intereses genera esta desestabilización. En definitiva tampoco "Rusia" funciona realmente acorde con sus intereses, pues podría hallarse plenamente inmersa en una estratagema china de larga duración usada contra los bárbaros belicosos de sus fronteras del Norte, en la estepa.
Desde la dinastía Han China venía adoptando un sistema tributario especial por el que, a cambio de reconocer al emperador de China como el único soberano del mundo, éste concedía "regalos" para ser usado acorde a sus intereses contra otros, o bien asimilarlos a las estructuras de China. Es evidente que China refuerza con la dinámica seguida por Rusia su frente norte pensando en Mackinder, mientras refuerza sus dinámicas de expansión estratégica en la zona ASEAN, de la misma manera en que lo hizo el Japón Imperial para preparar el conflicto; ganar una mayor complacencia rusa para sus intereses energéticos, alimenticios y de expansión; controlar a India y sacar provecho del ascenso del otro coloso asiático, pues depende de los recursos del Extremo oriente ruso (se les darán o se les privarán en la medida en que a China le interese); Rusia actúa por delegación para abrir otros escenarios en el Mar Negro y el Báltico para tratar de alejar a los AUKUS (+ Francia), aislar más a Taiwán (y potencialmente a Corea y Japón); adquirir el control de lo conseguido por los rusos en Oriente Medio, África y Europa mediante energía, minerales, datos, tecnología y capturar mercados y centros de producción.
Turquía y el eje del Magreb-Europa Central: la pieza clave de Argelia
Por el momento, y a falta del impacto del plan de la Unión Europea para África del que ya hablamos aquí, donde el Reino Unido también juega un papel al ser el país del G7 que más va a invertir este año en África, al igual que Estados Unidos, y que bien podrían coordinarse, como está empezando a suceder, además de estos elementos con Canadá (UE+UK+USA+Canadá, el elemento rector de Occidente, o lo que podríamos y deberíamos empezar a llamar la Unión de los 30, compuesta por la UE27+UK+USA+Canadá, al que se suman Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Taiwán...), el corredor Europa-África del Magreb Central pivota alrededor hoy día de la conectividad por carretera de Argelia, desde su costa hasta África occidental a través del sistema de autopistas transafricanas (solventar el expediente del Magreb implicaría desarrollar una red férrea totalmente clave).
Por otro lado, la red de transporte que se ha trazado en unas fechas recientes que une Turquía-Italia-Túnez atraviesa el centro del Mediterráneo y crea un arco de conectividad comercial desde el Magreb hasta el Mar Negro, con lo que aquí tenemos el enlace principal del embrión del corredor Europa-Magreb-África, que utiliza la conectividad de Argelia y penetra en el Sahel por Malí. El eje central del eje Turquía-Italia-Túnez se halla en el puerto italiano de gran calado de Taranto, el cual es gestionado por el operador portuario turco Yilport, y que entró a dar servicio a la red Turquía-Italia-Túnez a principios de julio de 2020.
La parte entre el puerto italiano de Taranto y Túnez es el elemento central del corredor de transporte comercial y energético entre Europa y África, al conectar la costa central del Magreb con Europa a través del sistema ferroviario de alta velocidad de Italia y a nivel energético/gasístico el principal eje de relación a partir de ahora, razón por la que España ha tomado esta decisión y razón por la que Argelia mantiene un discurso que no tiene que ver realmente con el Sáhara y sí con negociar unas mejores posiciones al tener un papel central y tratar de recuperar posiciones respecto a Marruecos y el lado occidental de los corredores euroafricanos, pues es el que va más avanzado de todos ellos, y no debemos olvidar las relaciones con Rusia (y China) de Argelia y la búsqueda de privilegiar su relación con Europa a través de Francia e Italia (y subsidiariamente España), con Argel como un duro negociador y pretendiendo hacer valer su estatus especial durante más de cien años ("si Argelia tenía un estatus que no tenían ni Túnez ni, ante todo, Marruecos, entonces Argelia tiene que tener ahora la primacía, además por Argelia pasa el corredor central con dos ramales y la energía pasará de centro a centro a través y por Argelia, por no mencionar que Argelia fue un departamento francés y estuvo dentro de los primeros pasos de Europa hasta su independencia... aunque es cierto que Rusia pesa, y hasta fastidia por sus intereses con la proyección del corredor central que une hasta el Mar Negro y busca un ramal el Golfo de Guinea a través de Malí, donde Rusia sigue fastidiando por sus intereses, y el siguiente ramal hacia República Centroafricana, donde Rusia sigue fastidiando por sus intereses", estos serían el discurso y la lógica de Argelia y su posicionamiento y también las amenazas en un encaje absolutamente vital para la región y para Argel, y donde desea entrar desde una posición desfavorable dada la inclinación de Rusia, el pulso por la hegemonía regional con Marruecos, etcétera).
Así, desde el puerto tunecino de Bizerte, el corredor también puede enlazar por autopista con Argel, la terminal mediterránea de la autopista transahariana (ruta 2 del sistema de autopistas transafricanas), extendiendo el corredor comercial-energético-industrial Italia-Túnez hacia el sur de África Occidental hasta Lagos (Nigeria), algo que ya está empezando a suceder como veremos en una próxima parte de este dossier.
En este sentido, es evidente que privilegie a Italia y Francia sobre España porque los gasoductos llevan hacia el principal mercado, de centro a centro, aunque eso no quiere decir, ni mucho menos que abandone España, porque además Italia, Argelia y España están unidas por la cuestión energética-gasística, e irá a más dicha unión, pivotando sobre Francia y Marruecos. Debemos tener presente que el gasoducto Medgaz, en funcionamiento desde 2011, pertenece a la sociedad argelino-italiana Sonatrach-Eni en un 51% y cuenta con participación de Naturgy para el 49% restante, a través de un SPV en el que participa BlackRock. A su vez, la relación de Sonatrach y Naturgy implica que el 4,1% del capital de Naturgy esté en manos de la argelina Sonatrach. A su vez, Eni entró en el mercado energético de España a través de la adquisición de Aldro Energía, de la misma manera que Eni ha hecho con Francia o Grecia. O el italiano Grupo Enel y su control del 70,1% de Endesa para convertirse en uno de los elementos de referencia. Y también podemos señalar a la francesa Total en 2007 y el refuerzo de sus posiciones en Argelia, de la mano de Estados Unidos y sus intereses de gas licuado, con Argel posicionándose en una línea que anticipaba estos movimientos y que obedece a la falta de auténtico músculo de bandera española en el sector energético y en la formación del corredor central, con Francia-Italia-Argelia-Túnez como elemento central, y España como elemento central junto a Marruecos del corredor euroafricano occidental, y subsidiarios ambos del central, que recordemos que es doble. Por esta razón Total se ha convertido también en el cuarto pilar energético en el mercado español. Evidentemente, la oposición encabezada por Mariano Rajoy en 2007 criticaba al gobierno de España por lo sucedido en Argelia y en Iberoamérica, donde ahora el italiano Grupo Enel cuenta con un peso más destacado sustituyendo a las energéticas españolas mediante Endesa; pero, al igual que entonces, siguen sin acordarse de que Manuel Pizarro se negó a formar un auténtico gigante español energético ante la deriva que se anunciaba en aquel momento, como vemos en 2005 y en 2006. A cambio de que en 2008 Rajoy incluyese a Pizarro, hombre próximo a Aznar, en la lista del PP por Madrid para el Congreso de los Diputados. De modo que se suman diferentes factores: hablamos de corredores euroafricanos distintos, se tomaron pésimas decisiones que privaron del músculo necesario a las energéticas españolas, y entraron capitales de empresas mejor estructuradas y con una estrategia más inteligente, uniendo a Francia, Italia, España, Marruecos, Argelia y Túnez, con dos corredores euroafricanos distintos.
También cabe señalar sobre este particular, por ejemplo, que el primer ministro italiano, Mario Draghi, ha confirmado que se han mantenido conversaciones con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sobre la posibilidad de construir un gasoducto entre Génova y Barcelona, ya que tras la crisis sobre la energía que se ha abierto por la guerra en Ucrania, los países del Mediterráneo “han constatado que pueden ser un centro de operaciones importante para el gas ahora y para el hidrógeno mañana [la capacidad de generar hidrógeno de España es impresionante]". También adelantó que se podría organizar “un gasoducto virtual con un sistema de buques pequeños para transportar el GNL desde España [que cuenta con una enorme capacidad de transformación de GNL, pero un cuello de botella en el Pirineo... otra razón por la que Argelia cuenta con margen de maniobra con respecto a España, de momento] hasta Panigaglia [en la provincia de La Spezia, también en la región de Liguria cuya capital es Génova], donde sólo los buques más pequeños pueden descargar”.
De modo que la parte del corredor entre Europa-África por el nodo central de la red Turquía-Italia-Túnez, que recordemos que está situado en Taranto, se extiende dirección sur hasta la terminal de puerto franco de Malta en Marsaxlokk -que también es propiedad del operador turco Yilport y que se haya operada por ésta-, para luego seguir hasta el puerto tunecino de Bizerte. El enlace marítimo Taranto-Malta desde luego cuenta también con el apoyo de la Unión Europea como el enlace más al sur del "Corredor Escandinavo-Mediterráneo" de la Unión Europea, enlazándose ambos de esta manera, uno de los nueve corredores principales de la Red Transeuropea de Transporte, o TEN-T por sus siglas en inglés, de la Comisión Europea. El Corredor Escandinavo-Mediterráneo de la TEN-T resulta ser la arteria central de transporte en el eje norte-sur de la Unión Europea, y tal y como se puede ver a continuación, comprende la península escandinava, Dinamarca, Alemania, Austria, Italia y Malta, siendo en Italia y Malta el lugar donde enlaza para Túnez y Argelia.
Si partimos del hecho consumado de que la parte entre el puerto de Taranto y Malta de la red Turquía-Italia-Túnez/Argelia fue anteriormente designado como enlace terminal sur del Corredor Escandinavo-Mediterráneo de la TEN-T, la empresa turca Yilport podría pasar a ser el operador del centro de lo que podría ser el corredor más preciado de Europa a África, cosa que explica el acercamiento mutuo entre Turquía, Italia, Francia... y la misma Grecia (pues es un elemento se paso y conexión hacia el Egeo y Mar Negro). Al ensamblar el Corredor Escandinavo-Mediterráneo de la Unión Europea con la Autopista Transahariana de Argelia a Nigeria (a lo que se une el avance de la conexión energética del Golfo de Guinea con Argelia hacia el corredor principal central y su ensamblaje con el corredor Escandinavo-Mediterráneo), la parte del corredor euroafricano Italia-Túnez/Argelia de la red turca constituye potencialmente el enlace absolutamente clave y determinante para un el gran megacorredor que une Europa y África desde los 60º de latitud norte hasta los 6º de latitud norte. ¿Empiezan a entender cuáles son las bazas negociadoras de Argelia, Turquía, Italia, Francia? ¿Empiezan a comprender, aunque sea de momento de una forma incipiente, hasta que desarrollemos en este dossier la parte correspondiente al corredor euroafricano occidental de España y Marruecos? También se clarifica la postura de Túnez para fortificar sus posiciones en el eje de Turquía/Unión Europea/Argelia/Libia, donde también Turquía juega un papel clave.
De la misma manera, y tal y como anticipábamos y analizábamos en el Trazo de Kalamos, ahora pueden empezar a comprender las relaciones entre Turquía y España.
A modo de conclusión, conviene que introduzcamos aquí y ahora la siguiente parte de este dossier especial, y que será la energética, aunque ya se ha esbozado algunos puntos en esta parte-2, antes de seguir analizando los diferentes actores involucrados.
Como pueden comprobar, la geopolítica tiene una serie de vectores y caras que son insoslayables y que no se pueden medir por otros parámetros que no sean estrictamente los necesarios para su correcta comprensión.
A continuación les dejo toda una serie de análisis y anticipaciones que sería conveniente repasar: