China podría estar dando pasos hacia una reconfiguración del papel internacional del renminbi (RMB), y qué impacto añadido tiene en este contexto hacia un nuevo Acuerdo del Plaza o un nuevo Bretton Woods: primeras posiciones

El lunes pasado, día 21 de abril de 2025, el banco central de China, el Banco Popular de China, empezaba a alentar con decisión a las empresas estatales a priorizar el uso del yuan (CNY), unidad básica del renminbi, en pagos y liquidaciones en su expansión en el extranjero.

De hecho, fue una acción conjunta del Banco Popular de China, la Administración Nacional de Regulación Financiera, la Administración Estatal de Divisas y el Gobierno Municipal Popular de Shanghái, quienes publicaron conjuntamente el "Plan de Acción para la Mejora de la Facilitación de los Servicios Financieros Transfronterizos en el Centro Financiero Internacional de Shanghái", que presenta dieciocho medidas clave en cinco áreas que persiguen mejorar la eficiencia de las liquidaciones transfronterizas, optimizar los servicios de cobertura de divisas, fortalecer el apoyo financiero, mejorar la cobertura de seguros y perfeccionar los servicios financieros integrales.

¿Y qué significa esto? Pues que estaríamos ante un intento oficial, y bastante serio, de acelerar la internacionalización del yuan en medio de la intensificación de las tensiones comerciales globales.

Esto sucedía en medio de las acciones del presidente estadounidense, Donald Trump, y sus llamados aranceles "recíprocos", que han sacudido el comercio mundial y agitado los mercados financieros, algo sobre lo que lanzaré una serie de comentarios y análisis en el Instituto Symposium.

El Banco Popular de China (PBOC) ha alentado pues a los bancos comerciales en Shanghái a expandir el crédito transfronterizo, y así lograr reducir los costos de financiamiento en yuanes de las empresas, a la par que busca la promoción de las importaciones y exportaciones dominadas por el yuan, tal y como recoge Reuters.

El Banco Popular de China dijo que "fortalecerá la construcción del Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS)... estudiará e impulsará la aplicación de la tecnología blockchain, y brindará servicios de liquidación y compensación seguros y eficientes para el comercio global, el envío, la inversión y el financiamiento denominados en yuanes". Las empresas de compensación transfronterizas fortalecerán la coordinación y la vinculación con las instituciones financieras para mejorar conjuntamente el nivel de servicio para las empresas en transición a la globalización. Se animará a más bancos a unirse al CIPS, ampliando así continuamente su cobertura.

Adicionalmente, se fortalecerá la construcción del CIPS, se mejorarán las funciones del sistema y se investigará y promoverá la aplicación de la tecnología blockchain para proporcionar servicios de liquidación y compensación seguros y eficientes para el comercio, el transporte marítimo, la inversión y la financiación internacionales denominados en renminbi (RMB). De hecho, a fines del año 2024, el CIPS cubría 185 países y regiones, con 168 participantes directos y 1.461 indirectos, vinculando a importantes bancos comerciales nacionales y extranjeros, instituciones de compensación y organizaciones financieras internacionales.

El banco central dijo que también apoyaría a la Bolsa de Oro de Shanghái, con la clara finalidad de que coopere con otras bolsas extranjeras y expandir la aplicación de los precios de referencia del yuan en los principales mercados globales.

El plan propone optimizar los modelos de gestión del negocio cambiario y los procesos operativos. Apoya a las sucursales piloto del Banco de China, China Citic Bank, China Minsheng Bank, Citibank China y otras entidades crediticias en Shanghái para que operen bajo las nuevas regulaciones e incentiva la participación de más bancos locales.

El nuevo plan de acción apoya a prestamistas cualificados que exploran servicios de préstamos para adquisiciones para no residentes, siguiendo las prácticas internacionales para empresas de la Zona de Libre Comercio de Shanghái que buscan la internacionalización. Los préstamos pueden cubrir hasta el 80 % del valor de la transacción, con plazos que no superan los 10 años.

En cuanto a los seguros, el plan destaca una mayor cobertura para las empresas orientadas a la exportación, especialmente en sectores clave, como la aviación comercial nacional, los vehículos de nuevas energías y la fabricación de equipos a gran escala. Se anima a las aseguradoras a desarrollar productos a medida para las industrias relacionadas con el transporte marítimo y a brindar cobertura para los ensayos clínicos en el extranjero de empresas biotecnológicas y las exportaciones de equipos médicos de alta gama.

En definitiva, se persigue facilitar aún más los servicios financieros transfronterizos en Shanghái, reforzar el apoyo a las empresas que "se globalizan" y la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, y se sitúa en dinámicas de mayor cooperación, de forma potencial, con Reino Unido, por ejemplo y otros actores financieros clave.

Dotemos de mayor significado estas acciones todavía. Y para hacerlo, debemos tener en mente el siguiente punto: el mejor medio que tiene China para aislarse de las sanciones financieras estadounidenses no es proteger sus activos en dólares, sino tomar otras medidas que hagan que esos activos en dólares resulten ser menos centrales para su capacidad de realizar transacciones internacionales.

Así, desde la Conferencia Central de Trabajo Financiero de 2023 se han venido produciendo un cambio de objetivos con respecto al RMB y, más en general, en lo que atañe a los objetivos de China en las finanzas internacionales.

Esta situación conviene que la veamos en perspectiva, pues la internacionalización del renminbi (RMB) vendría a ser en verdad un proyecto a largo plazo que ha experimentado evoluciones gradualmente a través de una serie de iniciativas políticas, desarrollos de infraestructura y shocks externos durante las últimas décadas: las perspectivas en América Latina, la guerra arancelaria de la administración Trump-II, y sus objetivos respecto a Asia Oriental, África, Europa y América Latina, particularmente el caso de Argentina que es paradigmático, tal y como podemos observar por las acciones de la administración Trump-II sobre estos movimientos, no hacen más que activar este aspecto y profundizar en las sinergias hacia Reino Unido y Europa por parte de China, además de Japón, fundamentalmente. Así, vemos que Estados Unidos desea que Argentina corte los lazos con el Banco Popular de China y el RMB cancelando la muy usada línea swap, a cambio del compromiso, subrayo, el compromiso de Estados Unidos de proporcionar crédito en dólares estadounidenses a través del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro en caso de una futura crisis de liquidez... y pueden apostar por un acuerdo del estilo del de Estados Unidos a Ucrania: riqueza mineral y otros factores están en la lista de objetivos de Washington para venderlos al mejor postor a cambio de aceptar la entrada en el Imperio, porque países como Argentina no se consideran lo suficientemente fiables como para recibir una línea de swap de la Reserva Federal, cuyas condiciones son bastante conservadoras, quedando en la práctica tan sólo al alcance de grandes economías desarrolladas y unos pocos mercados emergentes seleccionados. Así que usar, con las correspondientes garantías y contraprestaciones obvias en cuanto a control de riqueza natural de Argentina, el Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro como fuente de liquidez a Argentina, para sacar a China del juego de los préstamos en crisis en el la rica Argentina a la hora de utilizarla Washington para sus fines y arrebatársela a China, sería un cambio de política notable para Estados Unidos y se sitúa en la línea de estos movimientos que estoy analizando brevemente en estas líneas. Claro que, cabría preguntarse si Estados Unidos volvería a utilizar los fondos del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro más allá de este caso; y en caso de ser así, ¿cómo reaccionaría el Congreso?

Por otro lado, he mencionado ya a Reino Unido, y si nos fijamos en las exportaciones de servicios del Reino Unido a China en 2023, podemos comprobar que estas sumaron 11.700 millones de libras esterlinas, el 2,5 % del total de los 467.700 millones de libras del Reino Unido, tal y como podemos comprobar aquí.

Las aspiraciones de aumentar las exportaciones de servicios apuntan hacia las ambiciones de Beijing de "desdolarizar" y establecer el renminbi como una importante divisa internacional. Aunque el uso del renminbi está aumentando, su utilización global sigue siendo baja, en torno al 2,7% y por debajo del 5% de los pagos globales.

Resultará fundamental realizar varias acciones por parte de la élite del Partido Comunista de China, entre otras, abrir su cuenta de capital o registrar una balanza de pagos negativa.

Respecto a la "conexión bursátil" entre las bolsas de Londres y Shanghái aún no se ha reactivado, y es un factor que también deberá configurarse. De todas formas, es preciso señalar que antes de que se suspendiera la conexión, sólo se negociaban dos valores, pero ya causó ciertas tensiones en Washington. Es evidente que hay un fuerte interés gubernamental en que las empresas chinas coticen en la bolsa de Londres.

Por otro lado, hay que resaltar el papel del HSBC Group y su fuerte incardinación en Hong Kong. además de por supuesto y en otra medida la propia Shanghái y amplias zonas de Asia oriental y el sureste de Asia. Es cierto que tras la imposición de la Ley de Seguridad Nacional en Hong Kong, el Partido Comunista de China quiere garantizar la estabilidad de Hong Kong, insistiendo en que el Gobierno de Hong Kong recupere su papel como centro financiero líder en Asia, así que aquí tenemos otro factor clave a tener en cuenta. El HSBC Group y su filial, Hang Seng Bank, participada al 61%, controlan el 40% de todos los depósitos bancarios en Hong Kong.

La importancia del HSBC Group para Hong Kong no reside únicamente en su papel como principal banco comercial del territorio. Ante la ausencia de un sistema de pensiones significativo financiado por los contribuyentes en Hong Kong, las acciones de grandes empresas como el HSBC Group, que pagan dividendos regulares y razonablemente generosos, se han convertido en un elemento clave de los ahorros y los ingresos para la jubilación de millones de hongkoneses y otros asiáticos, en particular la diáspora china.

El elemento principal está claro: el regulador es británico en el caso del HSBC Group, y huelga decirlo, no está en China: está en la City de Londres, y el liderazgo del Partido Comunista de China ha dado señales más que claras de ser plenamente conscientes de que las instituciones financieras extranjeras están mucho más orientadas al cumplimiento normativo que las de la República Popular China, y que esto es fundamental. Por no hablar de las posibilidades que Londres y París implican para Beijing, y viceversa.

Hasta el momento presente, el uso internacional del RMB ha venido desempeñándose dentro de un progreso modesto desde 2010, aunque China ha ampliado sustancialmente la infraestructura institucional que sustenta esta internacionalización.

Las posibles vías a seguir por parte de China para la internacionalización del RMB, de tal manera que se implementase una aceleración podrían ser las siguientes:

A / Como medio para proporcionar una red de seguridad para las transacciones internacionales en un mundo más conflictivo;

B / A través de una mayor demanda internacional del RMB como alternativa al dólar estadounidense, junto con otras divisas, dependiendo de si la Unión Europea juega la partida de una vez con inteligencia, cosa que sería de desear, y no sólo en este campo; y,

C / Precisamente, a través de cambios en las políticas que hagan del RMB una moneda más atractiva para invertir, financiar o comerciar.

Ante la evolución de los intereses económicos y el aumento de las tensiones internacionales, las autoridades chinas se encuentran ahora en una encrucijada con respecto a la internacionalización del RMB, algo que debe ser puesto en las coordenadas de la necesidad, imperiosa, de expandir los salarios en China.

Estamos pues ante una de las coordenadas clave: la relación entre la autosuficiencia financiera y el poder geopolítico, y es algo que no es sólo cuestión de China, más bien de Europa (y en ello, en Europa, deberíamos pensar con el Reino Unido, también en este factor, y lo siento muchísimo por los estadounidenses que no es precisamente esto lo que les gustaría ver... pero es lo que nosotros necesitamos hacer). Recuerden que antes del Brexit, hubo un tiempo en que la City avanzó a Nueva York como principal centro financiero del mundo, y se nominaron contratos energéticos en euros. El Brexit tuvo muchas caras, y es un signo claro de los tiempos: para Estados Unidos es vital que Europa esté dividida y fragmentada, sin Inteligencia Artificial, sin un programa federal industrial, sin una unidad fiscal, monetaria y bancaria, sin ejército común europeo, sin investigación y desarrollo en común, además de la que decidan sus estados miembros, sin unidad de mercado y su racionalidad. De hecho, la llegada de los laboristas y la geopolítica global está impulsando a la City y a ciertas plazas financieras europeas otra vez a medida que se estrechan los lazos a lado y lado del Canal de la Mancha.

Así, Londres está ganando terreno a Nueva York en el índice clave de los principales centros financieros del mundo, en una primera señal de que los esfuerzos de las autoridades para reactivar la lenta industria bancaria y de inversiones de Gran Bretaña han comenzado a dar frutos. Nueva York ha ocupado la primera posición en el Índice de Centros Financieros Globales del grupo de expertos Z/Yen desde septiembre de 2018, pero Londres redujo la brecha a solo siete puntos después de subir 12 puntos en la 37ª publicación de la encuesta publicada en marzo de 2025. Hong Kong mantuvo la tercera posición por delante de Singapur, mientras que San Francisco, Chicago, Los Ángeles, Shanghái y Shenzhen también se mantuvieron sin cambios en las posiciones quinta a novena. Seúl volvió a entrar en el top 10 de centros en esta edición del índice y en el top 20 del ranking, Dubai subió cuatro puestos hasta la posición 12 y Ámsterdam subió nueve puestos hasta la 18.

La industria financiera del Reino Unido se enfrenta a continuos desafíos a su condición como segundo centro financiero más grande del mundo, después de perder el acceso sin restricciones al mercado único de la Unión Europea a raíz del Brexit, debilitándonos ambos a ambos lados del Canal de la Mancha. A su vez, el índice mostró que los centros financieros estadounidenses registraron la menor mejora promedio entre las regiones del mundo, lo que sugiere que la confianza en el desempeño de los servicios financieros estadounidenses podría estar disminuyendo.

Hasta el momento, el desequilibrio en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos ha venido creando vínculos financieros asimétricos que han generado fuentes potenciales de influencia para ambas partes, a los que se ha sumado Japón desde lógicas muy similares a las de China, siendo ambos actores, a los que hay que sumar a los europeos, los elementos clave a coordinarse, y cuyos primeros movimientos en este sentido podríamos haber empezado a percibir, motivo de más para aplicar de una vez la lógica y el orden a Europa: urge hacerlo, sí o sí.

Muchos en Estados Unidos están preocupados por el endeudamiento con su principal rival estratégico y por los riesgos que supone una retirada repentina de China de los mercados financieros estadounidenses, a lo que se podría haber empezado a sumar en un movimiento similar Japón... e insisto, quedan los europeos. Dejen de ver esto como un juego entre Xi Jinping y Donald Trump: no es un juego, es poder y reorganizar el mundo para crecer y expandirnos. Y esto es urgente, para todos.

Pero volvamos a China, pues desde Beijing también se ha venido percibiendo con claridad riesgos en esta relación financiera desequilibrada con los estadounidenses. Los responsables políticos chinos han expresado su preocupación por las consecuencias políticas internas de las pérdidas en sus carteras de bonos del Tesoro o de agencias, y han tratado activamente de diversificar las reservas de China, entre otras cosas sustituyendo el riesgo de prestar a economías en desarrollo por la visibilidad asociada a las grandes carteras de bonos del Tesoro en custodios estadounidenses. China está cada vez más preocupada por que sus reservas en dólares y el papel global del dólar aumenten su vulnerabilidad a posibles sanciones financieras.

Este es otro de los factores que deberán tener en cuenta y seguir de cerca. Porque hemos entrado en el trance de resolución, y las tensiones van a ser máximas. Separar a Europa dentro de sí misma, y separar a Asia de Europa en todas partes es uno de los diferentes objetivos de Estados Unidos (con Trump o sin él, con demócratas o con republicanos, no seamos ingenuos que a estas alturas nos podemos permitir todo menos la ingenuidad, la inacción, la impaciencia y la credulidad).