Atendiendo a las peticiones de algunos suscriptores paso a hacer una breve actualización de la invasión rusa a Ucrania.

Podríamos definir una división en tres grandes frentes en lo que respecta a los escenarios de guerra en Ucrania; y, de ellos, los avances rusos se han estancado en dos.

El frente de Kyiv/Kiev

Por el frente que podríamos llamar alrededor de Kyiv/Kiev las fuerzas rusas tratan de consolidar sus posiciones, pero aún no cuentan con los medios para poder realizar un asalto a la ciudad. Kyiv está lejos de estar rodeada. Hasta el momento el fracaso más grande de los rusos, y también el más evidente de todos, es la no captura de la capital ucraniana. En este sentido y en este frente la situación sigue siendo la misma que hace quince días. Esto se debe a que los rusos subestimaron la capacidad de resistencia de los ucranianos, rompiéndose una de las ventajas con las que podría jugar Rusia respecto a los "hechos consumados", de lo que hablé aquí.

Al verse superados por los atacantes directamente en el frente, los ucranianos dejaron avanzar a los rusos y atacaron sus líneas de suministro a sus espaldas, en las zonas ya conquistadas, aspecto este que he señalado en el reciente documento que he publicado y que recomiendo leer para obtener las líneas generales de las acciones rusas y qué se puede esperar en varios aspectos. En consecuencia, ni el combustible, ni las municiones, ni las raciones llegan en la cantidad suficiente a las tropas combatientes rusas, que tienen que esperar hasta que todo se reorganice.

Si los rusos logran tomar Kyiv/Kiev y derrocar al gobierno, esto tendría un impacto masivo en la moral ucraniana. Todo se sostiene o cae con Zelenski, de modo que cuanto más tiempo los ucranianos mantengan la capital y la figura de Zelenski, mayor será el tiempo posible para mantener alta la moral de combate, uniéndose la ciudad y el presidente como dos elementos simbólicos clave para el devenir de la guerra.

Frente del sur/suroeste

En lo que respecta al frente del suroeste podemos apreciar que se ha producido por parte de las fuerzas rusas un avance irregular alrededor de Mykolaiv hacia Odessa, que como tal, contaba con pocas posibilidades de éxito dada la escasez de fuerzas empleadas, la inestabilidad en Jerson/Kherson para los ocupantes (Rusia necesita más hombres para tratar de asentarse mejor como fuerza ocupante), y a su vez impide mover el eje del Dniéper. En este sentido, los contraataques ucranianos han logrado retrasar este escenario. Hasta que no se produzca una reorganización en el aspecto logístico, estratégico y operacional, con refuerzos para los rusos, hay que contar con que los avances de ambos bandos sean escasos y que la línea de este frente sea más bien cambiante.

Dados estos elementos, se puede concluir que mientras la situación siga así no se dan las circunstancias para ver una proyección del fuego desde el mar a la tierra usando la Flota del Mar Negro por parte de los rusos, acompañado de un desembarco anfibio en Odessa y apuntalado por el aseguramiento de Mykolaiv y Kherson/Jerson. Una vez establecido este aspecto, Rusia sí podría plantearse reforzar la Transnistria y la Zona Económica Exclusiva que está usurpando a Ucrania, apoyando el control que se apresuró a conseguir del islote de las Serpientes, siguiendo para ello la costa ucraniana, y siendo apoyada por una marcha rusa a Transnistria, y/o una marcha desde Transnistria hacia la costa del Mar Negro, quedando tal escenario, creo, de momento en una hipotética futura operación, si es que alguna vez se llegase a dar, porque podría Rusia empezar a escalar el conflicto. Al menos no en esta fase de la guerra.

De hecho, Rusia en su aproximación no debería pasar más allá de la margen izquierda del río Nistru/Dniéster, porque ni la Besarabia ni el norte de Bucovina son considerados por Moscú como parte integral de la esfera del mundo ruso; de hecho, la posición en la Transnistria es una posición avanzada estratégica, ya que en verdad es zona de la România Mare (Gran Rumanía), pero no cuentan con recursos naturales o con industrias que resulten del interés de Moscú, además de perder la ventaja con la que cuentan de mantenerse en la Transnistria y no pasar más allá, porque estaría Rusia invadiendo el espacio estratégico estadounidense, acercándose descaradamente y manu militari al delta del Danubio, cosa que generaría la reacción en cadena por la que Rumanía debería ocupar, lo quisiera o no, Budjak o Besarabia con la finalidad de mantener a distancia la amenaza rusa, y esto haría que saltasen los mecanismos de seguridad que mantienen controladas las fricciones que nunca cesaron entre Kyiv/Kiev y Bucarest, y que se manifestaron en la Guerra de la Transnistria, algo que ya sondeó Putin en su discurso previo a la invasión en el que implícitamente animaba, ante todo a rumanos y húngaros, a que resolviesen sus problemas con los ucranianos, y de paso de esta forma, parte de los suyos. Más abajo, en este comentario, hablaré de las cuestiones entre húngaros y ucranianos. Y por último, si Rusia pasase a involucrarse en el control de Moldavia, pasaría la línea roja marcada por el eje Kaliningrado-Tiraspol, que es uno de los factores que trata de reforzar. Esto explica la solicitud precisamente tanto de Georgia como de Moldavia para entrar en la Unión Europea, escenario que Rusia ha decidido seguir.

Por otro lado, en el frente sur, las tropas rusas podrían capturar la central nuclear de Ucrania Sur. Esto significaría que ocho de los 15 reactores del país estarían en sus manos, es decir, el 60% de la producción de electricidad.

Conexión con el frente del Este

Sin embargo, sí que me llaman la atención los avances rusos hacia Kryvyi Rih y que, desde luego, sí amenazan las líneas de comunicación ucranianas al oeste del río Dnieper, cosa que la relacionaré con el siguiente escenario, pues hay que fijarse, entre otros aspectos, a lo largo de esta semana y la siguiente, o siguientes, en el intento ruso de rodear a las fuerzas ucranianas en el área JFO, es decir en la zona oriental, donde se hallan las repúblicas secesionistas reconocidas por Rusia. Presenciamos un movimiento de pinza que avanza lenta, pero constantemente desde el norte y el sur, una situación que se viene configurando, junto a otras que menciono en esta actualización, y que recogí en mi comentario del pasado 3 de marzo de 2022. Aquí es donde las fuerzas ucranianas podrían estar en una posición precaria, ya que es en el Este donde muchas fuerzas ucranianas se concentran en la línea de contacto cerca de Lugansk y Donetsk. Si los rusos consiguen embolsar completamente estas tropas, sin que estas puedan retirarse ordenadamente, el resultado sería devastador para los ucranianos, que, llegado el caso deben poder retirarse más allá del río Dnieper en el centro del país, que forma una buena línea de defensa, y cortar el eje sur de la ofensiva rusa.

Situación en Mariupol y Kharkiv

Los rusos han emprendido una táctica de desgaste que contempla un in crescendo en los ataques indiscriminados a las poblaciones que puedan representar un carácter más simbólico por diferentes aspectos, tanto para los rusos como para los ucranianos, de modo que los rusos quieren obligar a los ucranianos a que se rindan, al menos en un primer momento, en Mariupol o Kharkiv sin tener que desarrollar un combate urbano, para lo que les remito al reciente documento que he publicado. Escalan paso a paso con la esperanza de que los ucranianos cedan después de todo. No estamos ante el tipo de ataque clásico, tal y como lo conocemos de hecho por la doctrina rusa, como ya expliqué en el primer documento tras la invasión, donde explico esquemáticamente que las operaciones rusas, según conceptos operativos/doctrina rusos, siguen los siguientes puntos:

Primer elemento: Fuego masivo desde tierra (lanzacohetes múltiples, artillería, misiles balísticos); además de un apoyo desde la dimensión aérea: ataques aéreos

Segundo elemento: Tropas aerotransportadas para hacer una ofensiva desde un plano vertical con la finalidad de ganar tiempo y ocupar puntos neurálgicos en la retaguardia del enemigo.

Tercer elemento: Camino abierto para las formaciones mecanizadas/acorazadas rusas.

Cuarto elemento que actúa simultáneamente en las tres fases descritas: Todo ello apoyado por la guerra electrónica/psicológica.

Cuanto mayor sea el uso de sus sistemas de armas por parte de los rusos, más devastador es el daño colateral. Y es algo que no se pueden evitar, como explicaba en el reciente documento que he publicado, porque no existe una guerra limpia y precisa, especialmente con los sistemas que se están operando en la invasión rusa de Ucrania. Por otro lado, las bajas rusas también están aumentando, lo que hace que la sociedad civil rusa dude cada vez más del sentido de esta guerra, como percibimos en algún síntoma que recojo en el reciente documento que he publicado. Aunque hay que señalar que ambas esferas, la Occidental y la rusa, estamos encerrándonos cada vez más en nuestra propia burbuja. Cuidado con pensar que a los ucranianos les va bien, y más cuando los rusos están buscando aumentar el dolor para doblegarlos y tratan de reorganizarse desde diferentes puntos de vista. No se debe jamás subestimar o ridiculizar a tu oponente, es una de las primeras lecciones que aprendes cuando empiezas a jugar al juego de la estrategia y la guerra por excelencia: el ajedrez.

Los esfuerzos rusos en Mariupol en el sur y Kharkiv en el Este para doblegar la resistencia y evitar un combate urbano por partida doble, y que se conducen hacia lograr que los asediados apenas tengan agua, comida o electricidad y someterles a un fuego continuo, buscan que el ciudadano ucraniano común atrapado entre los frentes piense en que ceder y recuperar estos servicios y la paz que ofrecería el atacante si gestionase estas ciudades sea una idea que crezca en sus cabezas y en sus ánimos. Es cierto que las fuerzas especiales ucranianas podrán llevar a cabo operaciones de emboscada durante mucho tiempo, pero los civiles tiene necesidades básicas que hemos mencionado y que los rusos quieren que entiendan que sólo serán satisfechas por el ocupante, porque, por supuesto, estas ciudades todo indica que, por unos medios o por otros, después de cierto tiempo, acabarán por caer. Aunque hay un elemento que es el determinante: cuánto tiempo los rusos podrán sostener sus ataques por asegurar el suministro de sus tropas de combate, aspecto que he abordado en el reciente documento que he publicado.

Sí que percibo que desde que empezó, el esfuerzo militar ruso no ha contado con una capacidad de concentración, fruto de sus expectativas de desarrollar exitosamente una "Guerra relámpago", cosa que no ha podido ser así. En pocas palabras, las fuerzas se hallan en demasiados ejes de avance, algunos incluso en abierta competencia entre sí. De modo que, en mi opinión, en las próximas dos o tres semanas considero bastante probable que se concentren en las fuerzas ucranianas en el Este y en resolver la batalla por Mariupol, que les llevaría a liberar fuerzas, reorganizarse, desplazar refuerzos para controlar la situación de la ocupación en Mariupol y Jerson/Kherson, intentar solventar Mykolaiv y solventar Odessa para tratar de controlar toda la costa ucraniana y apoyar la ocupación del islote de las Serpientes.

Sí que se perciben ciertos síntomas de una desesperación por mostrar progresos por parte de los rusos, como se puede desprender del cese del general Gavrilov, y/o interrogatorio por parte de contrainteligencia, algo que podría estar hipotéticamente relacionado con las bajas de oficiales de alta graduación por parte de las fuerzas armadas rusas, cosa que podría, en caso de que así fuera, dar posibles síntomas de descontento con el Kremlin, o bien prevenirlos antes de que aparezcan.

Así que no descartaría que esto fuese otro motivo adicional para que se centren las fuerzas invasoras rusas en el Donbass, y venderlo como un éxito.

La merma de la eficacia de los combates prepara el terreno para una pausa operativa significativa en la mayoría de los frentes, o un alto el fuego. Esto no implica necesariamente un acuerdo político, sino un periodo de reorganización, consolidación y reabastecimiento, una suerte de punto y aparte para el primer capítulo de esta guerra, como ya expliqué en el reciente documento que he publicado. Y qué mejor elemento que, en mi opinión y por parte del Kremlin, cerrar este primer capítulo con algo que pueda usarse como un elemento propagandístico en clave de conseguir objetivos y presentarse como victoriosos, lograr controlar, por lo menos el Donbass, tratar de sumar Mariupol y cerrar el control del mar de Azov, proyectarse sobre Mykolaiv/Odessa y tener influencia para lograr concesiones por parte de Kyiv/Kiev. Es por eso por lo que Zelenski ofrece un referéndum para que el pueblo de Ucrania vote sobre los términos propuestos.

Una pieza aún no puesta en juego: las tropas concentradas en Bielorrusia

Hay tropas rusas y bielorrusas en el área de Brest, pero ¿exactamente con qué misión siguen concentradas y preparadas allí? En mi opinión creo posible un ataque con un objetivo limitado, ¿quizás Lviv y cortar las líneas por donde se distribuye la ayuda de defensa y humanitaria de Occidente? El efecto psicológico sería enorme si de repente ocurriera un ataque desde el interior del país, al otro lado del Dnieper y que actuase en esta dirección que apunto aquí. No lo desestimo como imposible.

Los sistemas de armas proporcionados a los ucranianos por Occidente tienen una influencia decisiva en el sentido de que logran retrasar los avances rusos. Pero jamás se debería pensar que tales sistemas de armas per se son suficientes para que los ucranianos ganen esta guerra; y, quizás, cortando todas las líneas de suministros rusas o mermando mucho su eficacia, unido a los sistemas de armas proporcionadas por Occidente sí que, quizás y llegado el caso, sirvan como baza en una negociación para el lado ucraniano.

Respecto a la forma en que entran en Ucrania, hay que señalar que llegan en avión a Polonia, se cargan en vehículos allí y se llevan a la frontera, donde son recogidas por los ucranianos, y pasan a llevarse a los diferentes centros de distribución, para luego ser llevadas a las diferentes partes del país, cosa que, como es natural, los ucranianos hacen de manera encubierta.

Con el ataque con misiles de crucero contra el centro de entrenamiento cerca de la frontera polaca el domingo de la semana pasada, Moscú demostró que tiene la capacidad de atacar desde el Mar Negro una línea de suministro occidental, algo que se podría reforzar con la puesta en acción de las unidades rusas y bielorrusas acumuladas en Brest.

Sobre este particular recomiendo la lectura y análisis de este artículo de análisis que escribí el 11 de febrero de 2022:

El Trazo de Kalamos para el viernes 11 de febrero de 2022: “Union Resolve 2022”, reafirmando el flanco norte en Bielorrusia y asegurando a Ucrania por parte de Rusia. Uno de los elementos de negociación está en Crimea y en la superioridad en el mar Negro
Buen fin de semana, Finalizamos semana en la sección “El Trazo de Kalamos”, que retomaremos el lunes 14 de febrero, y lo hacemos retomando la cuestión de Rusia en Europa. Nos informa la agencia Tass que tropas de Rusia y Bielorrusia iniciaron los simulacros conjuntos Union Resolve 2022 en campos

No obstante, hay que señalar que, apuntando a la necesidad de los camiones en la distribución de los suministros, tal y como hablé en el reciente documento que he publicado, las pérdidas rusas están dentro de los límites aceptables por los rusos. De media, las fuerzas invasoras rusas perdían un avión y un helicóptero artillado por día, algo totalmente admisible en los procedimientos de ataque militar. Lo mismo ocurre con las incursiones de carros de combate rusos. Pero no debemos olvidar que los rusos tienen una forma de pensar sobre sus vehículos de combate que es diametralmente diferente a la nuestra. Estos sistemas son sistemas desechables. Si algo ya no funciona, se bombea el combustible para seguir avanzando, y el resto se abandona.

En este vídeo vimos por primera vez un BTG ruso (al menos en parte) operando como se supone que debe hacerlo a nivel táctico (la ejecución táctica no es que esté a la altura). Es probable que esta unidad rusa sea o bien del 36 o bien del 41 Ejército de Armas Combinadas (CAA). Esta acción muestra que los rusos atacan ante todo a lo largo de las principales líneas de comunicación (lo que les da una velocidad de ataque de entre aproximadamente 10 a 30 km/h). Se aprecia que la vanguardia rusa está permanentemente retrasada por la artillería ucraniana (2S9), la artillería de cohetes (BM-21, BM-27) y pequeños elementos mecanizados mixtos ucranianos (T64, BRDM, BMP). Este combate es un ejemplo de manual que muestra el peligro de no asegurar el terreno urbano con infantería adecuada además de contar con un reconocimiento previo del terreno cuando los elementos principales de una fuerza pasan por terreno urbano idealmente apto para emboscadas.

Uso de drones

Además de repasar respecto a los drones rusos este documento que ya he referenciado en este artículo, vemos que los despliegues de drones rusos, que apenas hemos visto antes, ahora se están acumulando, y estoy tratando de seguir y analizar.

Recordemos que Ucrania cuenta ya con drones de combate turcos Bayraktar TB2, y que el miércoles pasado Estados Unidos anunció que enviaría sus drones Switchblade.

Estamos presenciando un aumento en la calidad de las entregas de armas a Ucrania. Los Switchblade son drones "Kamikaze" que pueden atacar objetivos muy precisos desde una larga distancia al abalanzarse sobre ellos. Podemos anticipar sin demasiado riesgo de error que esto tendrá un impacto en el liderazgo operativo de los rusos, porque las pérdidas aumentarán en consecuencia. No debemos olvidar que las fuerzas armadas rusas no cuentan con los sistemas de defensa adecuados para contrarrestar tales drones, ya que resultan ser tan pequeños que los sistemas de radar no pueden detectarlos.

¿Armas hipersónicas?

El ejército de Rusia afirma haber disparado un misil balístico hipersónico Kinzhal o Daga, y como consecuencia, haber destruido un gran depósito subterráneo de armas en el oeste de Ucrania, de acuerdo con el Ministerio de Defensa en Moscú. Se habría lanzado desde el aire, muy probablemente por un avión de combate MiG-31K.

De nuevo nos situamos en el escenario que comentaba más arriba de apuntar hacia el oeste de Ucrania, allá por donde entran los suministros y los sistemas de armas, una forma de hacer sentir debilidad a los ucranianos, junto con el poder de los misiles de crucero lanzados desde el Mar Negro, o las unidades rusas y bielorrusas concentradas en Brest... o los Iskander-M.


¿Nos acercamos a un escenario "Siria" en Ucrania desde diferentes aproximaciones?

Esto es lo que creo y argumento en mi publicación de mi más reciente documento, y que aconsejo leer con detenimiento.

Pero, ¿en qué otros aspectos afirmo que empezamos a ver un escenario "Siria" para Ucrania? Empiezo a ver cada vez más fotos en Internet de rusos con armas capturadas de Occidente en Ucrania. Es decir, que un número indeterminado de misiles guiados anticarro NLAW y Javelin están ahora bajo control ruso. Los rusos han llegado a escribir ya un manual en ruso, de breve extensión, que explica con claridad cómo usar estos sistemas de armas, de modo que ya los están usando contra los ucranianos. Creo que, al igual que Siria, Ucrania podría empezar a convertirse en una especie de bazar donde se pueden conseguir fácilmente estos sistemas de armas, y esto tuvo un efecto sobre fuerzas de todo tipo.

Además, rusos y ucranianos no se dan por vencidos; el conflicto, que realmente empezó antes de esta invasión, no termina; la extrema derecha, en forma de milicias ya desde Crimea y Donbass en ambos contendientes, lejos de lo que pregona la propaganda rusa, que si bien es cierto que se citan, y correctamente, a los que miembros de ideología ultra como los de Pravi Sektor que se adscribieron en el Batallón Donbass o en el Batallón o Regimiento Azov, a menudo se olvidan de las milicias pro-rusas de militantes del partido Unidad Nacional Rusa, la compañía de operaciones especiales Rusich, el Batallón Svarog o el Ejército Ortodoxo Ruso, por mencionar los rusos, y a los que se puede añadir entre los pro-rusos de esta ideología a los búlgaros de Amanecer Ortodoxo, los húngaros de la Legión de San Stefan (la mayor parte muy ligados a Jobbik), los chetniks serbios del Destacamento de Jovan Šević, los eurasianistas internacionalistas (básicamente franceses) de Unidad Continental, y los nacional-bolcheviques del Batallón Zarya, miembros del partido La Otra Rusia.

Por otro lado, los partidos ucranianos de extrema derecha no están en la Rada, que a nivel nacional suponen el 1%, menos estrictamente en las regiones del noroeste de Ucrania, al otro lado del Dnieper, donde sacan sobre un 15% aproximadamente. Es decir, que como en otros conflictos, son milicias y como tales son útiles para morir, y son usadas y armadas por todos los contendientes, al igual que pasó en otros conflictos por parte de los actores que definen los bandos, los grandes actores. Cuentan con el guarismo de ideología como motivación y banderín de enganche (diversos) + armas, pero no representación política o mínima... y, ¿quién las apoya de una forma u otra? Cada bloque a los suyos. Es en la paz, o en el enconamiento del conflicto, donde estas milicias hallan los medios para progresar políticamente, y es ahí donde tratan de capitalizar todo lo logrado en el conflicto y mediante el conflicto. Y en todos los conflictos la moderación se pierde, se polarizan las partes, y entonces se juega con los miedos de unas partes del conflicto para que se polaricen, y a su vez hagan reaccionar a la contraparte, que también se polariza, de forma tal que vamos alimentando cada uno a los grupos de, en este caso, extrema derecha, que nunca son los de cada parte del conflicto, siempre son los de la otra parte. Porque desde hace años que la extrema derecha está en Occidente y en Europa Oriental, por orígenes distintos, y potenciados y mezclados en la nouvelle droite con mayo de 1968 a través de Alain de Benoist, Dugin y otros.

Por otro lado, hay que señalar que el número de refugiados aumenta. Y, también, todo el mundo envía armas, pero no se toma ninguna decisión.

Por otro lado, se repite el esquema justificativo ruso que decía que todo el que se oponía a Al-Assad era un yihadista, y entonces no hay problema en arrasar Alepo, como hicieron. Ahora para Rusia toda Ucrania es nazi, el mismo principio.

El escenario de guerra en Europa

Las fuerzas armadas de carácter convencional se hallan desplegadas y usándose de una forma masiva. Ante tal situación sólo hay dos posibilidades para Occidente: o bien se va a la guerra del lado de Ucrania, lo que nadie puede querer, y lo que precisamente Ucrania intenta, que es internacionalizar el conflicto mediante la demanda de medidas como una zona de exclusión aérea, la entrega de aviones de combate y sanciones aún más duras. Precisamente estas medidas demandadas por Ucrania estarían poniendo de manifiesto que probablemente ya se haya agotado la capacidad de la fuerza aérea ucraniana.

La cuestión estriba en que Occidente cometió errores de antemano. Si Ucrania hubiera sido realmente tan importante para Occidente, y si no se pudiera establecer una serie de principios con los que tratar de encajar las diferentes partes del puzle entre Rusia, Europa y Estados Unidos de esta manera, entre otros aspectos, lo cierto es que deberíamos de haber prestado un apoyo masivo a Ucrania a partir de 2014 en adelante.

La otra posibilidad que se contempla es observar la situación actual, ver cómo van encajando las piezas y observar los acontecimientos, conformándose Occidente con brindar este apoyo que no es suficiente para que Ucrania venza por sí misma, aunque con el transcurso de los días, y por cierta teoría del caos aplicada por Rusia en diferentes términos, esto podría acabar fatalmente.

He estado explicando en varios Trazos de Kalamos las líneas rojas de los rusos. En este contexto he de decir con claridad cuáles son las líneas rojas para Estados Unidos y la OTAN. El presidente Joe Biden trata de dejarlo muy claro y enfatiza una y otra vez: si se produce un ataque contra un país de la OTAN, ya sea un ataque militar con fuerzas terrestres, derribar o hundir una aeronave, un navío... pero también de un ciberataque masivo.

Este aspecto es particularmente inquietante, y podría estar señalando una vía de presión para buscar una negociación y cortar los riesgos de escalada de una vez.

Una de las brechas, y Putin lo sabe, respecto a la guerra con Ucrania, y la Unión Europea y la OTAN viene, como ya he señalado más arriba, por Rumanía y Ucrania. Y la otra por Hungría.

El Kremlin sabe que cuenta, en términos generales, con dos instrumentos que puede usar y dirigir hacia diferentes puntos, como sería el caso de los suministros de energía: Serbia, Bulgaria, Hungría, Chequia y Eslovaquia, principalmente, aunque también Austria y la propia Alemania, por un lado; y, las relaciones históricas o culturales, por otro lado.

A diferencia de por ejemplo Bulgaria, que fue el gran elemento de anclaje junto a la República Democrática de Alemania para los soviéticos en el espacio del COMECON y del Pacto de Varsovia, Hungría se ha movido desde una posición marcada por la intervención soviética de 1956, y que quizás esté en parte en la cabeza de los húngaros en este escenario, aunque también comparte espacio con el escenario inaugurado con 2008 y la Gran Recesión, y cómo afectó a Europa, con Alemania entre otros países dando vueltas de tuerca a Grecia, entre otros.

Viktor Orbán llegó al poder como consecuencia de la crisis que se inició en 2010, y Jobbik alcanzó el 20% en las elecciones de 2014. Haríamos muy mal en no recordar ahora todos los elementos que nos han traído hasta aquí y que han implicado el Brexit y que los países que accedieron a la Unión Europea en 2004 fueran en el ciclo 2017-2018 los que votaron opciones contrarias o muy críticas, aunque hay tendencia a que se maticen. Sin una unión monetaria, fiscal y bancaria no hay Europa, ni Alemania. Sin una Europa federal, sin una Europa con una política exterior conjunta y sin un Ejército que merezca tal nombre, no hay Europa; sin una industrialización y las correctas inversiones, no hay Europa. Y tampoco hay Alemania. Es algo que ya deberían haber entendido de una vez en Berlín, al igual que su política con Moscú y Beijing ha tenido y tiene consecuencias. La Revolución del Maidán en Ucrania y la guerra del Donbass acercaron más aún a Rusia y Hungría, porque Hungría tiene reclamaciones de corte abiertamente irredentistas en la Transcarpatia ucraniana, de la misma manera que Orbán, haciéndose eco de los últimos movimientos de corte nacionalista de los países del socialismo real, llevó a Hungría a seguir en la línea de revivir sus anhelos sobre parte de la Serbia de la época de Yugoslavia, y de nuestros días, o incluso con Rumanía.

A esto hay que sumar cierto sentimiento por parte de la minoría húngara de no recibir un trato particularmente bueno en Ucrania, razón por la cual el gobierno de Budapest está reteniendo la ayuda y adoptando posiciones como esta:

Sobre esta cuestión, ampliaré en algún documento futuro.

Por el contrario, tenemos otros estados, caso de Países Bajos y, particularmente, el Reino Unido, que se mostrarían algo más dispuestos desde luego a llegar a un escenario en el que haya que tomar decisiones de mayor calado. Alemania, por otro lado, desea hallar la forma de salir de este escenario de alguna manera, a pesar de aumentar su presupuesto de defensa, y de alguna forma trata de hallar el modo de alcanzar algún tipo de acuerdo sobre cómo congelar el conflicto en el río Dnieper. Alemania también se ha posicionado en el sentido de apuntar a que si los precios de las materias primas y la falta de entregas de granos continúan, pronto Alemania enfrente incluso una hambruna.

Los voluntarios

Debemos señalar que había europeos que querían luchar por Ucrania como mercenarios en la base que fue atacada por los rusos, y al no contar con cifras específicas no contamos con los medios objetivos para que podamos hacernos una idea precisa. Hasta el momento, han aparecido tres vídeos de un británico, un brasileño y un francés que cuentan lo que les sucedió y ahora se preguntan si subestimaron el peligro o si fueron abiertamente engañados por los ucranianos. Se trata de voluntarios, mercenarios que decidieron ir a Ucrania por iniciativa propia y se unieron a las Legiones de Voluntarios de Ucrania o Georgia, como subgrupo. Sabemos por vídeos que hubo varios de ellos que intentaron salir del país después de este ataque: una cosa es jugar al Call of Duty, por ejemplo, y otra muy diferente es el escenario de guerra para unos occidentales que han desechado todo resorte de guerra.

A continuación dejo, como final, la entrevista a uno de estos voluntarios.

Hasta aquí mis comentarios, no duden en suscribirse y compartir, si lo han considerado de interés. Muchas gracias.